El burkini, un traje de baño modesto pero polémico
Tres mujeres que llevaban burkini (traje de baño musulmán) fueron multadas hace unas semanas en Cannes. Tuvieron que pagar 38 euros cada una, producto de la decisión de un puñado de alcaldes de Francia de prohibir el traje de baño islámico.
La medida adoptada en Niza, Cannes, Villeneuve-Loubet y Córcega recibió el apoyo del primer ministro Manuel Valls, pero no ha levantado unanimidad en Francia y es duramente criticada en el extranjero.
Días después, la más alta instancia administrativa francesa suspendió la orden de prohibición del burkini, porque no hay “riesgos probados” para el orden público.
Pero, ¿de dónde surgió este estilo de bañador y qué significa?
Estos bañadores suponen preservar el pudor de las mujeres musulmanas y son muy poco comunes en las playas francesas, he aquí donde radica la polémica que han causado mundialmente y a propósito de los recientes ataques terroristas en varios países y específicamente en Francia.
El burkini, que salió al mercado por primera vez en el año 2003, es un traje de baño diseñado especialmente para mujeres musulmanas por Aheda Zanetti, una diseñadora australiana de origen libanés.
Pensado para concordar con las tradiciones islámicas de vestimenta modesta, el diseño del burkini también permite la natación en las mujeres que lo lleven, porque está hecho con un material flexible.
Por otra parte, Zanetti afirmó que 40% de los usuarios del burkini no son musulmanes, pues personas de otras religiones lo han adquirido, e incluso, lejos de un motivo religioso, también es usado por personas con complejidades en el cuerpo o como una manera de proteger la piel.
Zanetti aseveró que cuando creó el bañador, no estaba pensando en la religión, sino en hacer deportes y que su idea era crearlo como algo que sirviera para unir culturas, y en lugar de eso las mujeres están siendo castigadas por usarlo.
Ante la polémica que ha causado dicho traje y más allá de un tópico religioso, son las mujeres quienes están siendo instrumentalizadas en una batalla ideológica, según las palabras del diario berlinés TAZ.
Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, criticó la prohibición del burkini en el litoral francés: “Nadie debe dictarle a las mujeres lo que deben llevar. Punto. Así de simple”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos también se pronunció al respecto: “Los códigos de vestuario, como los decretos antiburkini, afectan de manera desproporcionada a las mujeres y a las chicas y socavan su autonomía al negar su aptitud para tomar decisiones independientes sobre su manera de vestir”, añadió.
Muchas musulmanas han dado su opinión con respecto a la polémica:
El burkini me da libertad para nadar e ir a la playa y no siento que esté comprometiendo mis creencias por ello
¿Cómo una mujer que está en una playa nadando con un traje de buceo con la cabeza cubierta es un símbolo de extremismo islámico?
Honestamente, no me gusta exponer mi cuerpo en público, y me gusta usar la moda de acuerdo a mis preferencias sobre cómo cubrirme y vestirme
Una parte importante de vivir en una sociedad moderna, de vivir en libertad, es permitirle a la gente vivir su vida como desea vivirla
En la época victoriana los nadadores usaban trajes de pantalones largos y holgados, camisas completas y gorras y ¡nadie se quejaba!