Berlín, un lugar fascinante
Berlín siempre ha sido una de las principales ciudades de Europa: fue capital del importante reino de Prusia, luego de la República de Weimar, del Tercer Reich y hoy de Alemania.
Esta histórica urbe fue capital del Imperio alemán en 1871, cuando Prusia logró la unificación de Alemania. Al derrotar al Imperio austriaco y luego al segundo Imperio francés, Berlín se convirtió en un importante centro cultural, arquitectónico y financiero a nivel mundial.
Cuando Hitler llegó al poder, este planificó –junto a su arquitecto preferido, Albert Speer– obras urbanísticas de gran envergadura, pero la inmensa mayoría de la ciudad fue destruida a finales de la segunda guerra por los bombardeos de la RAF, la aviación norteamericana y luego por la ocupación de los ejércitos soviéticos.
Al perder la guerra Alemania, Berlín quedó dividida en cuatro sectores, cada uno ocupado por los ejércitos vencedores de Inglaterra, Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética. Más tarde fue parte de la división de las dos Alemanias: la República Democrática y la Alemania Federal. De esa época, todos recuerdan el famoso muro de Berlín, que dividía a la Alemania del Este del Berlín Occidental.
En la actualidad
Hoy por hoy, Berlín es uno de los centros culturales y artísticos más importantes del mundo. No sólo tiene algunos de los mejores museos del mundo, como el Museo de Pérgamo, que forma parte del complejo conocido como la Isla de los Museos –donde, entre tantas maravillas, puede verse una reconstrucción de la puerta de Ishtar de Babilonia–.
También está el Museo Egipcio, donde se encuentra el famoso busto de Nefertitis.
Otro museo importantísimo es Berggruen, ubicado al lado del Palacio Charlotenburg. Este presenta una excelente colección de artistas modernos, como: Picasso, Klee, Matisse y Giacometti.
Si el interés se centra en conocer el reciente pasado de lo que fue Berlin durante la Guerra Fría, hay dos museos interesantes: el Museo Checkpoint Charlie, dedicado a lo que fue el muro de Berlín, y el Museo de la DDR, que reconstruye cómo era la vida cotidiana en Berlín Oriental.
Pero no conocerá de verdad a la capital alemana si no recorre a pie la avenida Unter den Linden, que es el bulevar más importante de la ciudad y que va desde la Plaza de Paris hasta la puerta de Brandenburgo.
Caminar por ese hermoso bulevar es encontrarse con los símbolos más importantes de la metrópoli, como la Universidad de Humboldt, el edificio de la Nueva Guardia, el Museo Histórico Alemán y la muy celebre Ópera Estatal de Berlín, “Lindenoper”.
Para los aficionados a la música, es fundamental ir a escuchar a la Filármonica de Berlin en su nueva y original sede.
Berlín es una ciudad llena de hermosos parques, pero uno que no puede faltar en ninguna visita es el Tiergarten, que tiene un espléndido zoológico.
Un paseo que vale la pena hacer es en Posdam, al Palacio de Sanssouci, que era el palacio de verano de Federico el Grande y que es considerado hoy en día como una de las obras cumbres del periodo de la arquitectura Rococó.
En esta ciudad hay mucho que ver y hacer. Desde principios del siglo XX, son famosos sus cabarets, pero también sus tiendas, en particular el KaDeWe, que es el equivalente al famoso Harrod’s de Londres. Y si van a ese inmenso centro comercial no dejen de visitar su zona gourmet, tal vez una de las mejores del mundo.
Las opciones hoteleras son abundantes y variadas, pero si desea entrar en el hotel que fue la esencia misma de la vida de la ciudad, tiene que ir ir al Hotel Adlon, justo enfrente de la Puerta de Brandenburgo.