Amapola: amor por la cocina criolla
En pleno corazón de Los Palos Grandes, conocido por muchos como el Soho caraqueño, se encuentra una pequeña terraza donde se puede disfrutar de la luz del día y de los sabores más tradicionales de esta tierra. En Amapola la gastronomía venezolana es la reina de la cocina. Los sabores y productos locales se resaltan en cada plato. La tradición se siente en cada bocado. No hay necesidad de cambiar lo que es propio de esta tierra, al contrario, en la cocina se busca rescatar los sabores más representativos del país y combinarlos con contornos que den ese giro de innovación al plato; un toque gourmet, si se quiere.
En este rincón caraqueño los asiduos clientes encuentran cada día sus platos de siempre pero de vez en cuando podrán ser sorprendidos. Como en toda buena cocina, los productos de estación nunca estarán desaprovechados, y la cocina del día a día, eso que hoy conocemos como “cocina de mercado”, tampoco, por eso habrán momentos en que se incorporarán nuevos sabores.
Entre los platos que se pueden degustar figuran las croquetas de asado negro y los tequeños tradicionales, acompañados con salsa de ají dulce y salsa de papelón; la sopa dos tiempos, una combinación de caraotas y aguacate catalina; el pescado Choroní, la polvorosa de pollo y el típico asado negro. El strudel de cazón, una reinterpretación de la empanada venezolana, hecha por Mercedes Oropeza, quien es socia de este pequeño “bistró caraqueño”, es un imperdible.
Y aunque las pastas parecen no ser de esta tierra, eso es solo por nacimiento pues se han vuelto parte de nuestra gastronomía. En Amapola se apropiaron de este plato extranjero combinándolo con sabores típicos para presentar una pasta rellena con los más ricos sabores venezolanos, por eso pueden encontrarse con una pasta rellena de morcilla, de asado negro y hasta de plátano.
Además de una cocina tradicional, Amapola tiene una característica bien peculiar. Su sala y su cocina está atendida por mujeres: allí se cree fielmente en la delicadeza, la energía y la particularidad de las féminas al momento de trabajar. Y no es por dejar mal a los hombres, pero las mujeres siempre dan ese toque de hogar a todo lo que hacen. Cuidan minuciosamente cada detalle y por eso hacen que los clientes se sientan como en casa. Ese es el principal fin de quienes están al mando de Amapola: hacer felices a sus comensales mientras estén allí.
“El amor lo mueve todo”, dice Irina Pedrosa, chef y socia de Amapola, explicando que quienes allí trabajan creen fielmente en lo que hacen, además que laboran con cariño y dedicación, resaltando que eso es parte del elemento de fuerza del restaurante.
La Heladeria Criolla “La Principal”
Ninguna buena comida es perfecta sin un postre, y en Amapola lo saben. Un día de mercado de Venezuela Gastronómica llevó a una gran idea que hoy se disfruta todas las tardes en la terracita del restaurante, mientras que cae el sol. Los helados de “La Principal”, que nacieron de la mano de Daniel Saldivia, se han vuelto una visita fija de grandes y pequeños. La peculiaridad de sus sabores hacen que sean los preferidos de muchos. Pasando por el típico “Fior di latte”, por el chocolate, hecho con el mejor cacao venezolano, por los helados de frutas típicas de Venezuela y de estación: guanábana, coco, piña, níspero y mango resaltan entre las opciones; hasta el preferido de muchos, el helado de melcocha.
Acompañados por coquitos horneados, almidones, delicada de guayaba, higos en almíbar, delicada de guanábana, marquesa de chocolate y hasta bienmesabe. No solo son un gusto al paladar sino a la vista, pues los colores te llevan a imaginar momentos divertidos y los sabores, sin duda alguna, te hacen delirar y querer más. Es que allí todo queda a la imaginación de cada quien, pues cada combinación es propia. Cada quién escoge qué sabores probar y con qué acompañarlos, solo es necesario crear una mezcla especial y disfrutar.
Coordenadas: Este espacio -donde Irina Pedrosa, Mercedes Oropeza y Daniel Saldivia unen su amor por la cocina y su sazón- se encuentra ubicado en la primera avenida, entre primera y segunda transversal de Los Palos Grandes, en la planta baja del Edificio Oriental.