Ver, pensar y explorar. Un recorrido visual por el siglo XIX
Esta exposición responder a las constantes peticiones del público visitante de la Galería de Arte Nacional que desea disfrutar de las más importantes obras del siglo XIX venezolano. Para ello, se ha creado un espacio didáctico y visual que narra el universo plástico de los cuatro grandes maestros académicos Martín Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Cristóbal Rojas y Antonio Herrera Toro. Esta selección de piezas recorre los temas más importantes de la academia: el retrato, las escenas de género, las escenas históricas, el paisaje y las naturalezas muertas.
El Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Museos Nacionales nos invita para el próximo domingo 5 de agosto, a las 11:00 a.m. a la inauguración de la exposición Ver, pensar y explora. Un recorrido visual por el siglo XIX, en las salas 8, 9,10 y 11 de la Galería de Arte Nacional.
Esta muestra ofrecer al público escolar, docente y general una exposición didáctica que convierta al museo en un recurso lúdico, en una experiencia de enseñanza-aprendizaje posterior para el aula, que los haga conscientes de su participación activa dentro del museo como espectadores críticos y reflexivos ante la experiencia de conversar e interactuar con las más importantes obras de los cuatro maestros de la academia: Martín Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Cristóbal Rojas y Antonio Herrera Toro.
Esta selección de obras se propone analizar los temas de la academia como El retrato: en este género la idea inicial es representar la apariencia física de una persona, aunque algunas veces el artista encuentra la posibilidad de indagar también en el aspecto psíquico y en el carácter del retratado. A través de los retratos, se logra la exaltación de un individuo en particular y de la naturaleza humana en general. Para los pintores del siglo XIX venezolano, el retrato por encargo constituyó la principal forma de sustento económico; El autorretrato cuando un artista crea un retrato de sí mismo obtiene como resultado un autorretrato. Se trata de uno de los ejercicios más complejos y profundos para un artista, ya que implica un “re-conocimiento”, un volver a conocer su rostro a partir de una experiencia interior, intima y única, donde lo visible es reflejo de lo invisible. Es común hallar en la obra de los pintores del siglo XIX la representación de su rostro enfrentado a un espejo; La escenas de género estas obras representan escenas o eventos que podrían ser extraídos de la realidad y de la vida cotidiana. Están cargadas de aspectos sociales y detalles narrativos. En ellas podemos encontrar mercados, fiestas, ambientes interiores o callejeros, situaciones dramáticas o graciosas. Los pintores venezolanos que estudiaron en Francia durante el siglo XIX desarrollaron este género influenciados por las novelas francesas de la época y por el ambiente de París, lleno de obreros y burgueses, mendigos o gente común y corriente; Las escenas históricas a partir del apoyo oficial promovido por el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, la temática histórica (que contaba con un gran auge dentro del academicismo europeo) cobran fuerza en el arte venezolano. Esta temática narra los hechos que dieron origen a nuestra nacionalidad, tales como la Guerra de Independencia y la Guerra Federal, y tiene como protagonistas a los héroes que las protagonizaron. La aparición de este tema en la pintura académica propició el uso de nuevos formatos y técnicas; El paisaje en este género se representa vistas panorámicas de playas, campos, montañas, selvas o espacios urbanos. Tiene su origen en la labor científica y artística de pintores y dibujantes extranjeros que visitaron nuestro país en el siglo XIX. Primero fue considerado un tema menor y se usaba como fondo o escenario, donde lo importante eran los personajes o el momento histórico representado. Luego se convirtió en un género independiente y el artista sale del taller a pintar al aire libre, comienza a utilizar una nueva gama de colores, las líneas desaparecen para convertirse en contornos menos definidos y la luminosidad se hace presente; Las Naturalezas muertas la representación de objetos naturales o artificiales como alimentos, flores, animales muertos y diversos utensilios son los elementos que conforman una naturaleza muerta. Este género permitió a los artistas del siglo XIX explorar las posibilidades plásticas del color, la luz, la materia y la composición sobre ciertos objetos inanimados pertenecientes al entorno cotidiano. Comenzó siendo un género menor, pero luego se convirtió en uno de los más atractivos. A pesar de que tenía varios siglos establecido en Europa, no es sino hasta el siglo XIX cuando se manifiesta por primera vez en Venezuela.
La exposición abarca las salas 8, 9, 10 y 11 de la Galería de Arte Nacional donde se han utilizado recursos didácticos y pedagógicos para activar la participación, estimular la sensibilidad y desarrollar las capacidades intelectuales y potencial creativo de los visitantes, a partir de algunas preguntas que llevarán a la reflexión y al disfrute de ver, pensar, explorar y recorrer visualmente parte de nuestro patrimonio plástico del siglo XIX.
Esta propuesta presentada por Rosemarie Aguilar Marrero, con el apoyo y participación del Departamento de Investigación, Departamento de Publicaciones y Gerencia de Educación de la Galería de Arte Nacional.
Nos explica Rosemarie Aguilar que algunas de las preguntas utilizadas en la exposición forman parte de la metodología del Programa de Pensamiento Visual (PPV) programa educativo llevado por los docentes en las escuelas durante cada año escolar y tiene como objetivo fundamental “conversar con obras de arte” actividad que crea una dinámica participativa, beneficiando el desarrollo y habilidades de las capacidades cognitivas de los alumnos, convirtiéndolos en espectadores críticos y reflexivos, conscientes de su proceso de pensamiento.
El PPV ha sido implementado por la Galería de Arte Nacional desde el año 1997. Hasta la actualidad han transcurrido 10 años de labor continua en beneficio de la educación venezolana, llegando a entretejer una red de trabajo entre 15 museos e instituciones culturales tanto en Caracas como en otras regiones del país, atendiendo un total de 45 escuelas, y beneficiando más de 300 docentes y 12.000 alumnos en casi todo el territorio nacional.
Esta exposición abierta al público en general estará acompañada de una serie de eventos y actividades educativas que se generaran a lo largo de la muestra.
BIOGRAFÍAS
Martín Tovar y Tovar. Nace en Caracas en 1827. Recibe las primeras clases de dibujo de Celestino Martínez, renombrado grabador y retratista. Viaja a España y se inscribe en la Academia de San Fernando (1850) y estudia después en París (1852-1855). Retratista en sus comienzos, se convierte luego en nuestro máximo pintor de escenas históricas gracias al estímulo del presidente Antonio Guzmán Blanco, para quien realiza una serie de encargos, el más importante de los cuales fue la Batalla de Carabobo (1886) que decora el Salón Elíptico del Palacio Federal. En sus últimos años pinta paisajes de Caracas y del Litoral Central, los cuales señalan el inicio de la modernidad paisajística venezolana. Muere en Caracas en 1902.
Antonio Herrera Toro. Nace en Valencia, estado Carabobo, en 1857. En 1869 ingresa en la Academia de Bellas Artes, donde toma clases con Martín Tovar y Tovar. Hacia 1875 recibe una beca para realizar estudios en París y Roma. En 1883 concluye la decoración de la Catedral de Caracas y figura en la Exposición Nacional de Venezuela, en la cual obtiene una medalla de plata. En 1844 viaja a Perú para tomar apuntes del paisaje de Junín y Ayacucho, con la finalidad de ser utilizados por Tovar y Tovar en la ejecución de sus pinturas de batallas. En 1909 asume la dirección de la Academia Nacional de Bellas Artes. Muere en Caracas en 1914.
Cristóbal Rojas. Nace en Cúa, estado Miranda, en 1860. En 1876 se convierte en ayudante de Antonio Herrera Toro en la decoración de la Catedral de Caracas. En 1883 participa en la Exposición Nacional de Venezuela, en la cual gana una medalla de plata. Al año siguiente viaja a Francia y se inscribe en la Academia Julian. Tras una etapa en la que predominan las escenas de género de carácter social y dramático, entre las que destacan La taberna (1877) y Primera y última comunión (1888), comienza a interesarse por el impresionismo. Sus participaciones en el Salón de la Sociedad de Artistas Franceses le hacen merecedor de una mención de honor (1886) y una medalla de tercera clase (1890). En 1890 regresa a Caracas, en donde fallece poco después.
Arturo Michelena. Nace en Valencia, estado Carabobo, en 1863. Su padre, el pintor Juan Antonio Michelena, es su principal maestro durante su infancia. En 1883 participa en la Exposición Nacional de Venezuela, en donde obtiene medalla de plata. En 1885 viaja a París y se inscribe en la Academia Julian. En 1887 envía al Salón de Artistas Franceses el lienzo El niño enfermo, con el que gana la medalla de segunda clase. Con Carlota Corday camino al cadalso obtiene la medalla de oro en la Exposición Universal de París (1889). Vuelve a Venezuela por poco tiempo (1889-1890) y se instala nuevamente en París hasta que, de manera definitiva, regresa a su tierra natal en 1891. En 1896 realiza Miranda en La Carraca, una de sus más celebradas obras. Muere en Caracas en 1898.