En Venezuela, muchos escuchan de todo, menos música tradicional
Desde que era una niña, Andrea Márquez sintió una gran admiración por la música tradicional venezolana. Su familia guarda una estrecha relación con esta expresión artística, pues varios de ellos pertenecen a las Voces Risueñas de Carayaca. Siempre sintió que su estilo musical favorito era el tradicional. Esa preferencia le valió apodos en su colegio como la rara o la bohemia. «En varias oportunidades sentí un poco de vergüenza con mis compañeros, porque siempre se burlaban de mí», recuerda la actual cantante.
Lo que vivió Andrea en su colegio refleja la falta de identidad que tienen muchos venezolanos con su música tradicional, debido al poco conocimiento sobre las manifestaciones culturales venezolanas. Para varios expertos, esta situación se debe a la falta de educación sobre los valores nacionales y al manejo que los medios de comunicación le han dado al tema.
Mariana Méndez, comunicadora social, cantante e integrante de la agrupación «3 y Cuatro», afirma que el problema del venezolano es de autoestima: «sentimos que todo lo que viene de afuera, lo que es importado, es mejor que lo que se hace acá. No es sólo un problema con la música, sino con todo lo que nos representa».
No es sólo arpa, cuatro y maracas
“Las veces que les decía a mis compañeros que escuchaba música venezolana, ellos preguntaban: ‘¿eso es joropo?”, confiesa entre risas Andrea, quien siempre trataba de explicarles que el joropo es sólo uno de los géneros de la música tradicional.
Según Méndez, el poco conocimiento que tiene el venezolano de su música tiene que ver con la llegada del joropo a Caracas, durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. «En ese período presidencial, de alguna manera se trató de promover al joropo como género nacional y de popularizarlo entre los venezolanos. Y se logró, pues mucha gente lo identificó como género insigne de nuestra música. El problema está que los demás géneros se fueron gestando en el interior del país y no llegaron a la capital», afirma.
El guitarrista Aquiles Báez, en su artículo ¿Por qué la música venezolana no es conocida internacionalmente?, distingue estos subgéneros: “Hay quienes creen que música venezolana es sólo joropo, desconociendo, para comenzar, que no hay un sólo joropo, sino tres: el oriental, el llanero y el tuyero. Hay incluso una cuarta variante: el joropo guayanés, que mezcla el oriental con el llanero”.
La difusión por parte de los medios
En 2005 entró en vigencia la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. En el artículo 14 se establece que una de cada dos canciones sonadas debe ser una obra musical venezolana, y una de cada cuatro debe ser de raíz tradicional. Los expertos opinan que esta ley representa un avance para incentivar la identidad con la música venezolana, pero insisten en que los productores de los medios no conocen la amplitud de géneros que existen.
Aquiles Báez califica esta medida como positiva. Sin embargo, piensa que hay que ir un poco más allá. «Creo que hay que apostar al modelo brasilero. Brasil en los años 60 tuvo una ley que fue más fuerte que ésta. Ni siquiera era 1×1 sino 4×1. Tú ves el resultado de lo que ha pasado en Brasil», dice.
«Un día había allí un adolescente de catorce años tocando mandolina. No era demasiado virtuoso, pero tocaba bien. Me le acerqué y felicité. En mi portuñol le dije: ‘Qué raro que tú tan joven estés tocando esa música’. Inmediatamente me contestó algo que me dejó desconcertado. ‘Es que eso es música brasilera. ¡Eu sou brasileiro!», recuerda el guitarrista.
La comunicadora y cantante Mariana Méndez, opina: «me gusta mucho el aporte de esta normativa. Lo único que lamento es que haya sido una obligación para los medios difundir nuestra música, difundir nuestros valores, a darle oportunidad a nuevos intérpretes de mostrar su talento».
En contraste a lo que dice Méndez respecto a darle oportunidad a nuevos intérpretes, el mandolinista Jorge Torres, de la Movida Acústica Urbana, opina que antes de darle difusión a algún nuevo talento, los medios optan por transmitir canciones de cantantes que ya tienen un nombre dentro de la industria. «Hay un proyecto que se llama VenezuelaDemo, creado con la intención de que los medios conozcan lo que se está haciendo con la música en el país. Sin embargo, los medios prefieren seguir transmitiendo a Luis Silva y Reynaldo Armas, que si bien son cantantes muy importantes y buenos, no son los únicos que existen».
La mejor manera de difundir la música es amándola
Torres asegura que todavía hay un público que ama la música venezolana y que a pesar del poco apoyo de los medios, últimamente ha crecido ese público. «Actualmente, los únicos discos que seguro la gente va a la tienda y los compra son los de producción independiente de música venezolana. Eso habla muy bien de Venezuela y nos dice que el venezolano se está adentrando poco a poco en este mundo y le está poniendo más atención».
El musicólogo Hugo Quintana opina que actualmente la música tradicional está en una fase de transición, en la que se encuentra recibiendo influencia de otros géneros, como el jazz y el bossa nova. «Cuando salgamos de este proceso de transición, se darán a conocer cosas muy interesantes que harán más atractiva nuestra música para el venezolano».
Mariana Méndez asegura que ahora el reto no es difundir la música venezolana, sino saber cómo hacerlo, para que la gente conozca los demás géneros musicales del país, para comenzar el proceso de reeducación sobre el valor musical. «En la medida en la que tú eduques a la gente sobre cómo es un género musical, en esa medida se van a conocer esos valores de identificación que tanto necesitamos», afirma la comunicadora.
Los expertos concuerdan en que la mejor manera de difundir la música tradicional venezolana es amándola. Todos concluyen en que mientras más cariño sienta el venezolano hacia su música, mayor proyección y renombre tendrá a nivel internacional. Además, el mandolinista Torres dice que cada amante de la música tradicional debería incentivar a los demás a conocer ese tipo de expresión musical.
Un ejemplo de ese tipo de personas es Andrea, quien cada vez que puede le habla a alguien sobre la música popular. «Mi esfuerzo ha valido la pena, pues he logrado que varios de mis amigos y familiares amen lo nuestro tanto como yo».