Entretenimiento

Un Tributo desde México Edmundo Font

Y de ese encuentro significativo surgió un vigoroso estímulo: una incursión en el paisaje deslumbrante del Caribe Oriental. Paralelamente a mis actividades profesionales he practicado siempre el arte de la poesía, la traducción y de una década para acá, la pintura. Derek Walcott —pintor de alto vuelo, además de ser un gran poeta y dramaturgo— no sólo me propuso «retratar» con los pinceles las bellezas de su país, sino que generosamente me ofreció su propio estudio para llevar a cabo la tarea. El resultado fue la elaboración de setenta lienzos que recogen imágenes de tres sitios emblemáticos, las arenas de la playa de «Cas en Bas», los morros de «Pigeon Island» y los «Pitones», las célebres montañas de Santa Lucía. Ahora, el estupendo espacio de ESTUDIO LOFFT en el sur de la Ciudad de México, me permite rendir un homenaje al creador de «OMEROS», el gran poema que traslada el más preciado mito de Occidente hasta el crisol de pueblos del Mar Caribe y compartir una lectura plasmada en lienzos de uno de los lugares más hermosos del mundo, cuna de dos premios Nobel, uno de economía y el otro otorgado a Derek Walcott por su deslumbrante y vigente obra literaria.

Un Tributo desde México Edmundo Font

__________________________________________________________________________

Un Embajador es un tipo gordo que “trabaja” en tu país, a  quien le dieron el puesto como favor pagado tras una victoria electoral y que no tiene ni la más mínima idea del idioma, sin mencionar las costumbres, especialmente si es americano; a veces puede tratarse de una mujer, pero en inglés no se dice “Embajadora”, siempre queda en masculino singular. No he conocido a muchos embajadores. Uno de los que traté era brasileño y también era pintor, al estilo de Mondrian: muchos cuadrados ulticolores. Edmundo Font es nuestro embajador de México y como la mayoría de los embajadores es un tipo  agradable (imagino que así deben serlo), pero también es un pintor considerablemente talentoso que ama mi isla genuinamente y que pinta con lo que solo puede llamarse: un decente frenesí. El embajador trabaja en acrílicos, un medio por el cual tengo un estúpido desdén —aunque mi hijo lo usa también— y con tal material tienen la fama de estar hechas sus grandes y vigorosas telas. El Señor Font es un mexicano y como cualquier buen artista, agota y dramatiza los clichés históricos de su país. Tiene retratos vigorosos que rinden homenaje a personajes como Emiliano Zapata; pinturas frenéticas, excitables pero efectivas del Día de los Muertos con calaveras totémicas e inmensos sombreros, hechas con pintura que suele verterse sobre las superficies y luego trabajadas y apuradas con pinceladas lineales para indicar dibujos más cercanos a los grafitis que a la academia. Tras su reciente llegada, llevamos al embajador y a su esposa a “Cas En Bas”, esa salvaje y preciosa playa en la costa atlántica y el embajador enloqueció y produjo grandes lienzos de esa escena con una pasión devoradora. Lo más fuerte de estos lienzos es el amor por el lugar, que él trata de reverenciar vehemente y repetidamente. La energía, dignidad e incluso poder del embajador son sobrecogedores. Ha hecho otras series sobre —qué más?—. The Pitons, es una serie incluso más poderosa que la de Cas En Bas: deberíamos todos estar contentos de que él esté entre nosotros y de que la crónica de su estadía haya sido tan fenomenalmente productiva. Desde luego yo he escrito esto desde la amistad así como desde el respeto. ¿Por qué sino perdería mi tiempo?

_________________________________________________________________________


Fundado hace 29 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba