“Un lugar en silencio: Día Uno”, una obra de arte con envoltura de terror
Esta semana llegó al cine la tercera entrega de “Un lugar en silencio” en formato precuela y con el título “Día uno” bajo la dirección de Michael Sarnoski
En 2018 llegó a las salas de cine una de las películas más innovadoras del género suspenso y terror. Un mundo devastado por criaturas extrañas que cazan al menor ruido y en el que los humanos se han convertido en una especie superviviente, esa es la realidad creada por John Krasinski para “Un lugar en silencio”.
Krasinski sorprendió al mundo con su apuesta como coguionista, coproductor, protagonista y director de esta cinta que revolucionó el suspenso y terror mostrando a una familia que, junto al reto de la supervivencia, debía afrontar sus propios retos como núcleo social, pero todo en total silencio en una gala de preparación gestual y magnificencia actoral por parte de él mismo, de la excelente Emily Blunt y una entonces adolescente, Millicent Simmonds.
El éxito del film le aseguró una secuela directa en 2021 que abordaba el reto de la madre, Evelyn, de seguir adelante con su familia, mientras que la trama nos mostraba parte del inicio del fin del mundo. Para esta segunda entrega, también se incorporaron nuevos personajes de la mano de Djimon Hounsou y Cillian Murphy en una apuesta de producción que supuso otro éxito para la saga de John Krasinski, quien repitió en la silla de director, productor y escritor.
Esta semana llegó al cine la tercera entrega de “Un lugar en silencio” en formato precuela y con el título “Día uno” bajo la dirección de Michael Sarnoski a quien recordamos por su trabajo en “Pig”. Como bien lo dice, la cinta va del primer momento de la llegada de esas criaturas y como el mundo afrontó este cambio total de su forma de existencia.
La historia tiene como protagonista a Sam (Lupita Nyong’o), una paciente terminal que vive en un hospicio de Nueva York y que durante una visita a Manhattan queda atrapada en medio de extraños meteoritos y criaturas que cazan a cualquier ser humano que produzca ruido. Para Sam, este evento supone el inicio de un viaje de cierre junto a su gato de servicio Frodo, pero en el camino se encuentra con Eric (Joseph Quinn), un joven estudiante que se apega a ella para sobrevivir y, con el tiempo, la asistirá en su recorrido.
A pesar de un planteamiento que podría sonar trillado, “Un lugar en silencio: Día uno” se aleja de cualquier repetición; por supuesto, está enmarcado en el contexto conocido en las cintas anteriores, pero se reviste de un mayor carácter intimista, explora las emociones ante los cambios, la despedida, la amistad y la esperanza.
Hay que destacar las actuaciones de Nyong’o y de Quinn que logran una dupla maravillosa para contarnos esta historia y se nota la química especialmente en dos secuencias en las que el lenguaje corporal y facial nos sumergen en el universo de los personajes y hacernos partícipes de sus sentimientos. Punto y aparte, merece el gato que se hace un tercer protagonista y nos recuerda la importancia de las mascotas de asistencia.
Michael Sarnoski se luce con la dirección y hace que el thriller se sublime a una cinta con elementos artísticos que la perfilan como una de las mejores propuestas cinematográficas del año porque, sin duda, “Un lugar en silencio: Día uno” es una obra de arte con envoltura de terror.
