Tim Burton difumina fantasía y realidad en «Miss Peregrine»
Si un proyecto viene de la mano de Tim Burton tienes garantizada una experiencia sensorial llena de aventura y fantasía.
Eso es lo que precisamente promete el cineasta Tim Burton con su última película, «Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children», un relato que «difumina fantasía y realidad» para contar la historia de unos niños de casi cien años con habilidades especiales.
El filme, que se estrenará el 30 de septiembre, está basado en la novela homónima que el estadounidense Ransom Riggs escribió en 2011, inspirándose en su colección de fotografías vintage. Burton explicó a EFE que al ver todas las instantáneas del libro tuvo una «conexión» inmediata, pues él también recopila este tipo de imágenes.
«Lo que me gusta de las fotografías es que las miras y te cuentan una historia… pero no te cuentan toda la historia. Especialmente las instantáneas antiguas», argumentó el director estadounidense.
Asimismo, el cineasta comentó que para mantener un aire fresco y no tener ninguna imagen preconcebida de la historia, no leyó ninguna reseña ni influencias externas. «Contar esta aventura sin saber nada sobre ella era una forma de conservar el misterio que la rodea», sentenció.
Burton que, como de costumbre tenía el pelo revuelto y lucía una vestimenta sobria, subrayó que intentó capturar en la producción «esa misteriosa, bella e inquietante calidad que se ve en las fotografías».
El creador y productor contó que se vio vinculado con el personaje principal, Jake (Asa Butterfield), pues durante su adolescencia también pensó que «no encajaba en el mundo». A Burton también le interesó cómo el libro «difumina realidad y fantasía» y trata temas como «viajar a través del tiempo, monstruos y niños con peculiaridades».
La cinta relata cómo un muchacho introvertido de Florida a raíz de la extraña muerte de su abuelo (Terece Stamp), con el que tenía una relación muy estrecha, viaja a Gales para investigar más sobre su antecesor. Allí descubre que todas las historias que este anciano le contaba de niño antes de ir a dormir, en las que dejó de creer cuando empezó a crecer, eran verdad.
Y que realmente existe una casa en la que viven Emma (Ella Purnell), una joven que al controlar el aire puede flotar y respirar bajo el agua; Enoch (Finlay MacMillan), un pequeño doctor Frankenstein que anima objetos; Hugh (Milo Parker), un muchacho que tiene una colmena de abejas en el interior de su boca, y otros niños con extrañas habilidades.
Todos ellos son pupilos que están bajo la protección de Miss Peregrine (Eva Green), «una niñera muy británica, que toma distancias» -así fue como la actriz francesa describió a su personaje-, que puede transformarse en cualquier ave y controlar el tiempo, y de ahí su obsesión por la puntualidad.
Para narrar esta historia tan mágica Burton, que ya había convertido otras historias infantiles en películas -«Charlie y la fábrica de chocolate» (2005) o «Alicia en el País de las Maravillas» (2010), entre otras-, se decantó por usar colores pastel, para reflejar a los enérgicos muchachos y tintes tétricos para acompañar a los monstruos comedores de ojos. «El color es un importante estado de ánimo», enfatizó el creador, que matizó que a través de su paleta trata de darle «sabor» a la escena.
Una de las curiosidades de la película es que Burton intentó prescindir lo más posible de los efectos especiales para facilitar la interpretación de los jóvenes actores, pues para muchos de ellos este era su primer papel. Por lo que los miembros de la cinta levitaron de verdad, mediante cables, y se creó atrezo gigante para que Pixie Davies, la intérprete más joven, pudiese parecer tan fuerte como es su personaje.
Aunque también se usaron efectos especiales para recrear a los monstruos, unos gigantes seres patilargos que son invisibles para casi todos los ojos.
Según Butterfield, el encargado de luchar contra estas criaturas, esto no fue un problema ya que le «gusta trabajar con efectos especiales» y ha hecho un «montón de películas» que usan estas técnicas, como la versión de «Hugo» dirigida por Martin Scorsese en 2011. «Solo tienes que usar tu imaginación», describió el joven actor de ojos azules, que explicó que para él es fácil perderse en ese mundo.
«Quiero que la película conmueva al público y los ayude a enfrentar sus problemas y la forma en la que se sienten. Esto es lo que me define», enfatizó Burton, quien también confesó que su peor pesadilla era rendir cuentas al artífice del mundo de «Miss Peregrine»: «Me da más miedo enseñarle la película al autor (Riggs) que mostrársela a los espectadores».
La cinta cuenta con grandes espadas de Hollywood, como Samuel L. Jackson y Judi Dench, quienes trabajaron en un ambiente totalmente nuevos para ellos. Experiencia que Burton manifestó como una «grata sorpresa».