Diseñan un material para que los cables submarinos se autorreparen
“En realidad, su aplicación va más allá de los cables de alimentación. Hemos empezado en las resinas epoxídicas utilizadas para aparatos eléctricos de alta tensión, como los compresores submarinos y las bombas. La idea es desarrollar un material de aislamiento de compuesto termoestable de autoreparación. Nuestro objetivo es mostrar que esta autocuración puede ser desencadenada por la propia degradación eléctrica, y por lo tanto que actúe sólo dónde y cuándo sea necesario”, explica a EFE Futuro Cedric Lesaint, uno de los investigadores que están detrás de este proyecto.
Los científicos confían en que, en determinadas circunstancias, los aislantes autoreparables representen una alternativa coste-efectiva frente a los métodos actuales.
Las microcápsulas actuarían cuando se produce el fenómeno conocido como árbol eléctrico, que es cuando en el cable empiezan a aparecer grietas que se expanden como las ramas de un árbol. Apenas tienen el grosor de un cabello humano, pero cuando alcanzan la superficie del material aislante tradicional podría producirse el temido cortocircuito en cualquier momento. Estos fallos son extremadamente costosos de reparar, sobre todo cuando se producen en un parque eólico marino, una plataforma petrolífera o incluso cuando el cable se encuentra en las gélidas aguas del Ártico.
Los investigadores de Sintef han apostado por demostrar sus hipótesis en el laboratorio reparando daños y roturas en materiales compuestos. Estos materiales son mezclados con microcápsulas rellenas de un monómero líquido, es decir una molécula que tiene la facultad de unirse a otra (polimerasa) para formar una larga cadena de moléculas. Cuando se produce un daño en las microcápsulas el monómero es liberado rellenando las grietas que se han producido.