El 6 de marzo se celebra la trigésimo quinta edición de los premios Goya. Una edición marcada, como toda la temporada cinematográfica, por la Covid-19 que contará con Antonio Banderas y María Casado como presentadores presenciales de una gala virtual en la que ‘Adú’ de Salvador Calvo, ‘Ane’ de David Pérez Sañudo, ‘La boda de Rosa’ de Icíar Bollaín, ‘Las niñas’ de Pilar Palomero y ‘Sentimental’ de Cesc Gay aspiran a coronarse como la mejor película española.
‘Adú’ con 13 candidaturas es la película más nominada de esta edición lo que probablemente la convierta en el film más premiado, pero todo apunta a que en apartados técnicos, luchando con ‘Akelarre’ (otra propuesta ampliamente nominada, nueve candidaturas, mayoritariamente en apartados técnicos), siendo su dirección, Salvador Calvo, el premio más relevante que pueda conseguir, con permiso de Icíar Bollaín, su gran rival, dado que la presencia de Juanma Bajo Ulloa (Baby) e Isabel Coixet (Nieva en Benidorm) resulte puramente testimonial.
‘La boda de Rosa’ y ‘Las niñas’, la siguen aspirando a ocho y nueve premios respectivamente. El nuevo trabajo de Icíar Bollaín (ganador del Premio Especial del Jurado en la última edición del Festival de Cine Español de Málaga) le ha brindado a su directora una doble nominación, dirección / guion original, pero tiene depositadas sus esperanzas en su elenco de intérpretes: si bien es cierto que Candela Peña lo tiene francamente complicado en actriz protagonista, Paula Usero en la imprevisible categoría de actriz revelación, Sergi López y Nathalie Poza (con Verónica Echegui como rival a batir), en las categorías de reparto tienes serias opciones de premio.
La ópera prima de Pilar Palomero (el premio a mejor dirección novel lleva su nombre) es a priori la gran favorita de esta edición. Su triunfo en el Festival de Málaga y en la última edición de los Premios Forqué así lo avala. Doblete que podría redondear su guion y con menos opciones su actriz de reparto. De conseguirlo, Natalia de Molina tendría ya un Goya en cada categoría interpretativa (actriz revelación por ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ en 2013 y actriz protagonista por ‘Techo y comida’ en 2015).
Completando el quinteto, y con opciones remotas -aunque en un año tan atípico no hay que descartar nada-, tenemos la ópera prima de David Pérez Sañudo y el último trabajo de Cesc Gay. Ambas tienen en común que sus protagonistas, Patricia López Arnaiz (Ane) y Javier Cámara (Sentimental), fueron premiados en los últimos Forqué y apuntan a repetir premio en la gran noche del cine español, a pesar de la durísima competencia en el caso de Arnaiz.
La ausencia de grandes nombres esta temporada, sumado a la crisis cinematográfica, y global, que ha provocado la pandemia hacen que el resultado de esta edición sea bastante incierto.
Al día de hoy, pese a que las apuestas parecen tener claros sus favoritos, los únicos galardones asegurados son los de mejor película de animación, con ‘La gallina Turuleca’ como única nominada, y el reconocimiento a la trayectoria de la veterana Ángela Molina con el Goya de Honor. Para el resto habrá que esperar al primer sábado del próximo mes…
