La primera vez que el mundo escuchó hablar de criptomonedas o criptodivisas fue en 2009. Entonces pocos, muy pocos entendieron de qué se trataba el asunto y estaba restringido a quienes tenían acceso a alto conocimiento de la tecnología.
Hoy, cada vez más personas entienden de qué se trata y como invertir en ellas e incluso, cada vez más, les dan uso como método de pago. El auge ha sido tal que países comienzan a tener sus propios criptoactivos. aunque en términos generales todas las criptomonedas están disponibles en la mayoría de los países del mundo.
Una particularidad de estas es que al no ser dinero físico se han librado de regulaciones y legislaciones del sistema financiero internacional, pero, aún así, algunos gobiernos todavía tienen algunas regulaciones sobre las criptomonedas, dificultando que las personas las tengan.
China es uno de estos casos. Aunque no se trata de activos ilegales las regulaciones existentes dificultan la inversión y el intercambio. En ese país, sus ciudadanos pueden tener criptomonedas si lo desean pero el sistema bancario chino no las admite como forma de pago comercial minorista.
Son tan estrictos que no está permitido el usos de criptoactivos sin autorización oficial a menos de que haya un beneficio cierto para la economía no virtual. Pero siendo que la china es una de las más importantes economías del mundo, comienzan a dar cambios y a adaptarse.
El Yuan digital está en auge y amenaza con seguir creciendo, con el plataformas que permiten la inversión y el uso de esta criptomoneda en todo el mundo al estilo de la española yuan-paygroup.com/es
Digitalización total
Con la introducción de cambios para probar el desarrollo de un activo digital propio que hace unos años dio el Banco Popular de China, este país comenzó a diseñar una criptomoneda capaz de competir mundialmente y con la firme intención de hacer un sistema financiero digital sólido.
Aunque ha sido considerada como una «moneda digital del banco central» o CBDC, que no es más que una moneda digital emitida por el banco central del gobierno, permite transar de manera legal y legitima siempre que se cumplan las normas financieras y bancarias chinas.
Y justo en ese control gubernamental radica su diferencia por que la mayoría de las criptomonedas están descentralizadas, lo que las hace más accesibles para el usuario promedio.
Sin embargo, los expertos apuntan a su pronta consolidación y aseguran que es solo cuestión de tiempo para que se ponga entre las primeras del mercado y le de a China mayor solidez comercial de la que ha conseguido hasta ahora.