Privacidad: navegar por la web y no naufragar en el intento
Cuando entramos a navegar en el ilimitado universo de experiencias y servicios que nos ofrece el internet vamos dejando pequeñas huellas, información, que van configurando un bosquejo de lo que somos, lo que queremos. Al realizar una búsqueda sobre determinado asunto a través de un navegador de la red se envían datos a los servidores que ya están al tanto de nuestra localización, idioma, dispositivo. Queda una extraña sensación de estar permanente observado, tal cual el famoso Big Brother o Gran Hermano de George Orwell en su novela “1984”, que puede ejercer control y atentar contra de la intimidad, seguridad y privacidad.
Todas la acciones generadas en la web quedan registradas, almacenadas en el historial del navegador y por intermedio de los denominados cookies. Información valiosa para las grandes compañías informáticas que les permiten conocer al usuario, segmentarlo, y de esta manera ofrecer publicidad personalizada de acuerdo con las características del individuo. Existen algunas opciones que las propias empresas han establecido para tratar de transmitir una imagen de seguridad y de que no ejercen un control absoluto sobre el usuario. Es el caso específico del gigante Google, que creó el registro llamado Mi Actividad, instrumento que sin embargo muchos internautas ni siquiera saben de su existencia.
Borrando pistas
Para vivir una experiencia de navegación más tranquila, existen diversas herramientas que si bien no son 100% efectivas y seguras, no obstante brindan mayores garantías de privacidad, lo que constituye un elemento prioritario hoy en día para el usuario. Implementar estas medidas, algunas más básicas, otras más complejas, se hace necesario dentro del entramado web.
1- Modo incógnito. Los navegadores conocidos -Google Chrome, Mozilla Firefox, Opera, Safari, entre otros- tienen una función para navegar en modo privado o de incógnito mediante el cual no queda registrado en el historial del navegador las páginas que se visitan y las búsquedas que se hacen. Los cookies y otros sistemas de registro quedan inhabilitados en el modo incógnito o de navegación privada, aunque este sistema ejecuta la función anónima solo a nivel local, en el equipo o dispositivo desde donde se está ingresando a internet. Tanto el proveedor de servicios, los sitios web consultados, como si se está navegando desde una oficina e entidad corporativa, podrán saber las búsquedas realizadas.
2- Conectar una VPN. Las redes privadas virtuales tienen muchas utilidades, orientadas fundamentalmente a la seguridad y privacidad. Consiste en enlazar dos equipos sin que estén físicamente conectados entre sí. Asimismo, este método posibilita acceder a páginas que en un país pueden estar bloqueadas, situación que ocurre cada día con más frecuencia. Los servicios VPN crean un túnel cifrado que pasa por sus propios servidores, que pueden estar en cualquier lugar del mundo, lo que permite ocultar la localización del usuario. Existen en el mercado varias empresas y aplicaciones que ofrecen este instrumento, pero al mismo tiempo estos sitios guardan esos datos, por lo que la seguridad no es plena. Además, esta técnica produce que la conexión sea más lenta.
3- Sistemas de navegación alternativa. En este sentido, se encuentran diversas opciones para proteger la privacidad al momento de ingresar a internet, reenviando el tráfico y flujo de datos por intermedio de una red que no esté controlada por las grandes empresas o gobiernos. Es el caso del navegador Tor, herramienta tecnológica que integra varias funciones de VPN que diseminan el rastro por diferentes partes del mundo. Esto origina que sea más complicado el rastreo de la dirección número IP (número asignado en la red que identifica al usuario conectado), que queda oculta.
Sin embargo, no todas las web y servicios funcionan correctamente con este navegador, que también produce un descenso en la velocidad de acceso. Otro navegador muy conocido es Epic Browser, similar a Google Chrome o Firefox, que se centra en proteger nuestros datos a través del uso de un proxy, que hace de intermediario entre las conexiones del cliente y un servidor de destino. La página que se visite no sabrá la IP del usuario, sino la del proxy.
Con todas estas normas de precaución, se logrará establecer una mayor seguridad y privacidad al acceder a la red de redes, pero siempre con la mente puesta en que la prudencia es la mejor medida que se puede implementar.