Moto Z2 Force vs Moto Z Force
Aunque a día de hoy el Lenovo Motorola Moto Z Force sigue contando con un hardware más que suficiente para poder mover cualquier juego o aplicación sin problemas, veremos una serie de diferencias más que notables. Eso sí, para realizar esta comparativa nos basaremos en la versión más descafeinada del Moto Z2 Force, o lo que es lo mismo, el modelo con 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno.
Diseño
En cuanto al diseño hay que decir que ambos modelos se asemejan bastante. Eso sí, hay algunos cambios que los diferencian a simple vista. El más notable lo encontramos en el lector de huellas dactilares que ahora está más estilizado, alejándose de esa forma cuadrada que contaba el Moto Z Force y que tantas críticas ha recibido.
Por otro lado vemos que el Moto Z2 Force cuenta con un diseño ligeramente más redondeado y más fino que el primer modelo. Otro detalle destacable lo encontramos en la parte trasera ya que, mientras que el Moto Z Force original contaba con una trasera ribeteada, Motorola ha decidido apostar por un acabado en cepillado en el Moto Z2 Force que le da un toque más atractivo.
el último punto diferenciador lo vemos en la cámara. Y es que el Moto Z2 Force monta un sistema de doble cámara formado por dos lentes de 12 megapíxeles mientras que el primer modelo tiene una sola lente, eso sí, de 21 megapíxeles.
Hardware
En el apartado de las características técnicas tampoco veremos demasiadas diferencias. Para empezar, tanto el Moto Z2 Force como el Moto Z Force cuentan con la misma pantalla formada por un panel AMOLED de 5.5 pulgadas que alcanza una resolución de 2560 x 1440 píxeles. Como era de esperar el nuevo teléfono ultra resistente de Motorola cuenta con el mejor hardware del mercado. De esta manera nos encontramos con la mejor solución de Qualcomm, el procesador Snapdragon 835 junto con 4 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento interno, mientras que el Moto Z Force convencional monta un Snapdragon 820 junto con 4 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento interno.
Ambos modelos son resistentes a las salpicaduras, no se pueden sumergir pero no te has de preocupar demasiado si se mojan, además de contar con un conector USB Tipo C. Curiosamente el Moto Z Force original cuenta con una batería muy superior a la que monta el nuevo modelo. De esta manera, mientras que el Z Force cuenta con 3.500 mAh de batería, el Moto Z2 Force se queda en los 2.730 mAh. Motorola ha querido que su teléfono sea lo más delgado posible y ha tenido que disminuir la autonomía del terminal. Veremos si perjudica a la experiencia de usuario porque sobre el papel no pinta demasiado bien.
Las diferencias son mínimas: ambos modelos cuentan con lector de huellas dactilares, sistema de carga rápida y unas prestaciones bastante parejas, exceptuando el almacenamiento interno, autonomía y procesador.
Multimedia
Aquí es donde veremos la principal diferencia entre ambos terminales. El Moto Z Force montaba una lente de 21 megapíxeles mientras que para el Moto Z2 Force el fabricante ha decidido apostar por un sistema de doble cámara formado por dos lentes de 12 megapíxeles, una monocromo y otra RGB para capturar los colores.
Un sistema que ya hemos visto en otros terminales, como el Huawei P10 y que ofrece muy buenos resultados al poder realizar fotografías con efecto bokeh o desenfocado. Ojo, recordad que el número de megapíxeles no es un detalle demasiado importante pues las lentes del Moto Z2 Force son más grandes por lo que podrán capturar más luz ofreciendo unas imágenes más nítidas.
Conclusiones de la comparativa
La verdad es que los cambios entre el Moto Z2 Force y el Moto Z Force son mínimas. Ambos modelos cuentan con un hardware muy semejante, exceptuando la cámara, procesador y almacenamiento por lo que los usuarios que tengan actualmente u Moto Z force y estén contentos con él no van a tener la necesidad de comprarse el nuevo modelo de Motorola. ¿Es el Moto Z2 Force un buen terminal? Viendo su diseño y características técnicas queda claro que sí, pero las diferencias entre este modelo y su antecesor hacen que sea muy difícil pensar que vale la pena el cambio.