Estudios revelan que las redes sociales pueden ser causantes de casos de ansiedad y depresión
Las redes sociales se han convertido en un recipiente donde millones de personas vacían sus emociones, desde las positivas hasta las negativas. El anonimato que permiten las redes sociales, ha generado un terreno para dar rienda suelta de una especie de desahogo de todos esos impulsos y emociones incomprendidas.
Estados que aluden a nadie y a cualquiera, canciones de despecho, fotografías de contenido misterioso que parecen dirigidas a personas especiales. Es la manera indirecta de decir las cosas como también es un signo de baja autoestima, pues hace ver a una persona que no cuenta con los recursos suficientes para resolver sus conflictos personales, además este tipo de comportamientos puede implicar una necesidad no resuelta.
Hoy en día si una persona se encuentra frustrada, lleva esa frustración a las redes sociales quizás como un alivio momentáneo. También, tomarse selfies se ha convertido en algo patológico ya que se realizan con la finalidad de buscar la validación de otros o despertar preocupación, y en algunos casos estas plataformas se usan para fingir una vida mejor a la realidad.
Recientemente, la red social de Instagram ha recibido dos demandas donde se les acusa de desórdenes alimenticios y otros trastornos a los adolescentes, las demandas han sido impuestas por las familias de dos chicas, ambas representadas por la abogada Laura Marquez-Garret.
En la solicitud se concreta a Instagram por haber propiciado la aparición de ansiedad, anorexia y depresión en los adolescentes, el escrito señala a la aplicación y su algoritmo como principales culpables. Las dos chicas intentaron suicidarse y acabaron hospitalizadas en varias ocasiones.
“Los algoritmos en plataformas como TikTok e Instagram dirigen a los niños vulnerables a contenido peligroso y dañino no solicitado, incluidos videos y grupos de usuarios que fomentan los trastornos alimentarios”, dijo Matthew P. Bergman, abogado fundador de Social Media Victims Law Center.
Además, se ha criticado a Meta (dueña de Facebook e Instagram) de estar consciente de su algoritmo, de cómo este le afectaba a los adolescentes que son un colectivo social vulnerable y por no verificar adecuadamente la edad de sus usuarios y a proteger a los menores de edad de mensajes sexuales.
“Estas empresas son conscientes del daño que causan, particularmente en las niñas, con imágenes y videos que promueven una alimentación poco saludable. Debemos responsabilizarnos por el daño que han causado y evitar más lesiones y muertes como resultado del uso de sus productos por parte de menores”, continuó el abogado.
Los padres de familia buscan que las grandes empresas de comunicación se hagan responsables por los daños que causaron y piden que cambien sus políticas para evitar que otros menores de edad sufran las mismas consecuencias.
Redacción: Andrea López
