El FBI podría obligar a Apple a dar el código fuente de iOS
Apple y el FBI sostiene una de las disputas más delicadas que pueda llegar a recordar. La compañía se niega, a violar la privacidad de sus dispositivos a pesar de los motivos que el FBI y su departamento legal dicen.
En un nuevo capítulo, el FBI ha insinuado que si Apple no permite acceder a los datos que requieren podrían solicitar que les obliguen ya no a dar esa información sino todo el código fuente de iOS. Algo que como podéis imaginar es muy delicado de gestionar.
Existe un precedente de 2013 en el que el creador de Lavabit tuvo que cesar la actividad de su servicio por una intervención del gobierno. Por tanto, más allá de disputas o demandas contra otros fabricantes, la situación que ha de resolver la compañía en los próximos meses es tensa.
El cifrado de iOS como obstáculo de la investigación
Aquí es cuando entra en juego Apple. Las medidas de cifrado que la compañía ha implementado desde iOS 8 y reforzado con iOS 9 son una de sus mayores armas para proteger la privacidad y seguridad de sus clientes. Con las medidas creadas por Apple, se hace casi imposible entrar en un dispositivo si no se tiene la forma de desbloquearlo.
En el caso del iPhone de los terroristas de San Bernardino, al tratarse de un iPhone 5c no existe la posibilidad de utilizar una huella para desbloquearlo. El caso se complica cuando iOS también tiene la medida de seguridad adicional, pero opcional para el usuario, de borrar el dispositivo por completo cuando se introduce mal la contraseña un determinado número de veces.
Tampoco hay manera de saber si esta medida está activada o no, por lo que el FBI no puede averiguar la contraseña por fuerza bruta sin arriesgarse a perder la información que contiene el terminal. ¿Cuál es la solución que propone la agencia federal? Recurrir a una orden judicial.
«No se equivoquen, el FBI quiere que creemos una puerta trasera»
En concreto, el FBI quiere que hagamos una versión del sistema operativo del iPhone, que evite medidas de seguridad importantes, y que lo instalemos en el iPhone recuperado durante la investigación. En las manos equivocadas, este software —que no existe hoy en día— tendría el potencial de desbloquear cualquier iPhone al que se tenga acceso físico. El FBI puede utilizar diferentes palabras para describir esta herramienta, pero no se equivoquen: crear una versión de iOS que se salte la seguridad de esta forma sería el equivalente a crear una puerta trasera. Y mientras el gobierno asegura que su uso se limitaría a este caso en concreto, no hay forma de garantizar ese control.
No es la primera vez que Tim Cook y Apple nos alertan de los peligros de la creación de una puerta trasera. Bajo este concepto, se encuentra cualquier método que permita saltarse las medidas de seguridad y cifrado que Apple coloca a sus dispositivos. Sin importar la técnica o la forma en que se haga. En palabras de Cook:
No puedes tener una puerta trasera que sólo funcione para los «buenos». Cualquier puerta trasera puede ser atravesada por los malos – Tim Cook.