Desafíos de la 4ª Revolución Industrial en el Día Mundial de las Telecomunicaciones
El actual escenario global, conmocionado por una pandemia que aún no da luces de controlarse, contribuyó a dinamizar el proceso de Aceleración Digital, permitiendo que el salto cuantitativo proyectado para realizarse en un lustro se concretara en sólo meses
Este 17 de mayo se celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (DMTSI), el que busca aumentar la sensibilización sobre las posibilidades que el uso de Internet y otras Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden ofrecer a las sociedades y economías para reducir la brecha digital.
El actual escenario global, conmocionado por una pandemia que aún no da luces de controlarse, contribuyó a dinamizar el proceso de Aceleración Digital, permitiendo que el salto cuantitativo proyectado para realizarse en un lustro se concretara en sólo meses.
De esta forma, soluciones tecnológicas constitutivas de la 4ª Revolución Industrial, como la Robótica, la Inteligencia Artificial y el Big Data, por nombrar algunas, adquirieron mayor relevancia, ya sea por proporcionar las condiciones necesarias que permitieron una exitosa masificación del teletrabajo y la teleeducación, como también para generar nuevos procesos en áreas como la salud pública, el transporte, y las telecomunicaciones, sectores que han sido fuertemente presionados producto de la crisis sanitaria global.
Así es como hemos visto que las soluciones digitales de última generación se han consolidado como las herramientas fundamentales para adaptarse a una nueva forma de entender la normalidad, una que bien podría seguir incrementando sus niveles de incertidumbre.
Ahora bien, el Día Mundial de las Telecomunicaciones también nos recuerda que, aunque hemos avanzado en disminuir la brecha digital entre los países desarrollados y las economías emergentes, como también entre los mismos entornos locales, los desafíos que nos propone la Transformación Digital representan una oportunidad única de contribuir al desarrollo de nuestras sociedades.
El uso de soluciones digitales permite generar importantes impactos positivos en países desarrollados, pero su máximo potencial transformador se logra en economías emergentes, especialmente en las que la pobreza sigue siendo una problemática relevante. En estos casos, los beneficios de la Revolución Digital generan mejoras exponenciales en la calidad de vida de una mayor cantidad de población.
En esta línea, la “Agenda Conectar 2030: las TIC para los Objetivos de Desarrollo Sostenible” de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) representa una visión global compartida para el desarrollo del sector de telecomunicaciones, y la reducción de la brecha digital bajo los cinco objetivos estratégicos que han propiciado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU: crecimiento, inclusión, sostenibilidad, innovación y asociación.
Sin duda, de la colaboración conjunta entre el mundo público y el privado para impulsar esta agenda se obtendrán los resultados que permitan llevar más y mejores soluciones a la sociedad.
Por ello, como empresas tecnológicas, debemos prepararnos y trabajar para el cambio. Esto implica priorizar la acción y los resultados. Si queremos avanzar hacia el siguiente nivel, debemos modificar nuestros antiguos paradigmas, y transformarlos en nuevas formas de encarar las exigencias de una industria dinámica y exigente.
Este cambio requiere progresar con un propósito en común, que es construir una cultura de resiliencia en nuestros negocios, con una visión compartida respecto del futuro, aprovechando los beneficios principales de las nuevas tecnologías en esta era de la 4ª Revolución Industrial.
Para nosotros en Lumen , la manera más efectiva de anticiparnos el futuro es creándolo, y asumimos nuestra contribución a la Transformación Digital como una posibilidad de favorecer la inclusión y democratización de las nuevas tecnologías e ideas innovadoras en el mundo, para la mayor cantidad de personas, y al costo más bajo que sea posible.