“Raqa”: Porque el espionaje no solo tiene sello anglo
La obra dirigida por el español Gerardo Herrero y basada en la novela “Vírgenes y verdugos” de Tomás Bárbulo, se aleja del thriller tradicional de espías al profundizar en la cotidianidad de uno de los grupos terroristas más temidos de la historia

Desde años recientes la humanidad vive con una amenaza, el fanatismo de un grupo terrorista llamado “Estado Islámico” que nació de las cenizas de un régimen en Irak, se expandió hacia Siria y otros países con un Califato y sembrando el terror en Medio Oriente, Europa y Asia con videos de torturas, ejecuciones y destrucción de patrimonio milenario bajo la bandera del Islam.
En este contexto se sirve la película “Raqa” en Amazon Prime, una coproducción de España, Marruecos y Alemania en la que conocemos la historia que se desarrolla en 2014, en las peligrosas calles de la ciudad siria de Raqa, durante el auge del ISIS y donde dos espías, Haibala (Álvaro Morte) quien es afín a Rusia y Malika (Mina El Hammani) una enfermera de Ceuta al servicio de Europol, coinciden con un mismo interés, capturar a «El Jordano», uno de los líderes más buscados del Estado Islámico.
La obra dirigida por el español Gerardo Herrero y basada en la novela “Vírgenes y verdugos” de Tomás Bárbulo, se aleja del thriller tradicional de espías al profundizar en la cotidianidad de uno de los grupos terroristas más temidos de la historia. Sus costumbres, organización, interacciones y, sobre todo, la exposición de la brutalidad con la que son tratadas las mujeres dentro del califato. La venta de vírgenes esclavas, las violaciones, golpes y ofertas con las que atraen a personas para caer dentro del movimiento.
A este respecto, la cinta muestra como muchas personas de occidente se han plegado a la causa del ISIS formando parte de la articulación en la venta de tesoros de la humanidad para financiar las operaciones insurgentes, así como la trata de mujeres en entornos de los “Muyahidines” o guerreros como recompensa por su servicio al califato.
Lejos de ser vertiginosa, “Raqa” se toma su tiempo, tiene un aire intimista y hace logra el vínculo con la audiencia para mostrar de manera descarnada los horrores, fanatismo y tensión de la trama de espionaje donde ambos operativos lucharán sin conocerse para lograr el objetivo de encontrar a “El Jordano”.
La dupla protagonista es excelsa; la preparación de Mina El Hammani es maravillosa sumergiéndose en una sociedad opresora y en la que, en ocasiones, su interpretación quedó solo expuesta en la mirada a través de la Nicak, y hay que destacar el logro de Álvaro Morte quien tuvo que aprender tres idiomas para un rol donde intercala expresiones y escritura en árabe, inglés y ruso para volverse todo un agente encubierto.
Sin duda “Raqa” no entra en una película convencional, su base realista es aleccionadora y contundente, nos golpea en la cara con la crudeza de recrear algo que es real, el maltrato a las minorías, la venta de niñas como esclavas a hombres adultos y el poder de atracción hacia ciertos sectores por parte de los grupos terroristas. Es una película de hilo fino, de fuego lento, pero que no decepciona y que tiene un final que da para mucho más dentro del universo creado por su autor.