La política y la maternidad: Tiempo compartido entre el riesgo y la sonrisa de los hijos
Puede que ser madre sea la responsabilidad más grande en la vida de una mujer pero, ¿qué pasa cuando se es madre y diputada en un país donde la tranquilidad es incierta? El equipo de Analítica.com realizó un especial para enarbolar la incansable labor que tienen las madres que comparten su tiempo con la política.
Egresada de la Universidad Central de Venezuela con el título de Abogada, realizó una especialización en Ciencias Penales y Criminológicas, pero aun y con todos sus títulos, su mayor logro se llama Pedro Izquiel de 13 años, hablamos de Delsa Jennifer Solórzano Bernal, diputada de la Asamblea Nacional por el estado Miranda.
Delsa nos comentó entre risas que ama cocinar, a pesar de ser vegetariana cocina lo que sea para Pedro. “Cocino muy bien, a Pedro le encanta mi pasta carbonara o la carne mechada, debo admitir que mi esposo también cocina excelente”.
Por otra parte y solo si cuenta con tiempo suficiente esta la diputada Amelia Belisario, que al hacerle la misma pregunta dijo: “si cocino, pero no me gusta hacerlo si estoy apurada. Amo los desayunos tranquilos con mi hijo”.
Amelia Geraldine Belisario Socorro, política venezolana, diputada de la Asamblea Nacional por el estado Aragua, fue presidenta de la Comisión Permanente de Ciencia, Tecnología e Innovación del parlamento en el 2017 y madre de Armando, un jovencito de apenas 9 años.
Vida compartida
La rapidez de la vida no siempre concuerda con los tiempos políticos, pues para estas madres es todo un reto dividir las 24 horas del día entre todo un país y sus pequeños. Las dos, coinciden en que el tiempo que dedican a sus hijos es de absoluta calidad.
Para Solórzano, cuando se mezcla la política y la maternidad se desarrolla “una visión distinta de Venezuela”, pues las carencias que atraviesan las madres del país se convierten en propias. Delsa comentó que “las madres que han perdido a sus hijos desarrollan una resistencia increíble, ver eso me impulsa a luchar por todos los niños de Venezuela”.
Estas mujeres lograron un puesto en el Palacio Federal Legislativo, en la lucha de todo un país, donde la sensibilidad a veces resulta inaceptable, pero no es sencillo cuando se es madre, pues la crianza y el bienestar de cada joven resultan comparativos con el de sus hijos.
Para Belisario en Venezuela los niños ya hablan de política, pues los temas inundaron el país por ser lo negativo; el agua, la luz, la salud y hasta la educación son conversaciones en las que los pequeños tienen al menos un comentario que decir.
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¿Cómo maneja los tiempos políticos con su hijo?
Delsa: “Pedro no conoce otra vida más que esta. Mi hijo, gracias a Dios, es un niño que entiende que su mamá trabaja por todo un país. Él sabe cuánto lo amo, me ayuda y me apoya”.
Amelia: “¿Los niños preguntan sabes? Y no es fácil explicar tu trabajo, el amor a él y a todos los niños de Venezuela, pero Armando es un niño muy maduro y súper inteligente que entiende el trabajo de su mamá”.
Ambas mujeres de la política agradecieron a todos las personas que las rodean en casa, pues el trabajo resulta un poco más liviano, sin embargo dejaron muy en claro que padecen las mismas situaciones que cualquier otra madre, en algunas ocasiones en mayor medida, pues ellas no perciben ningún salario.
“Como todo, una siempre quiere darle lo mejor a su hijo, pero sin un salario resulta imposible, gracias a Dios y a mis constantes explicaciones Pedro entendió que su mamá trabaja por amor al arte” dijo la diputada Delsa Solórzano.
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La misma percepción tuvo Amelia, quien dijo ser madre soltera pero contar con un padre comprometido “A mí me ayuda su papá y su abuelita que lo cuidan, yo no cobro desde el 2015 por eso debo hacer magia”.
Belisario confesó que en ocasiones se cuestiona por la crianza de su hijo, “una madre política es como cualquier otra, pero con un ejército que la ayuda levantándole la moral. A mí me ha tocado llegar corriendo a la clínica cuando mi hijo se enferma y ya lo han atendido, eso es muy difícil”.
Pero la vida política es así, en conversación con Amelia, supimos que la diputada Mariela Magallanes, quien ese encuentra refugiada en calidad de huésped en la embajada de Italia, por ser víctima de la persecución que ejerce el gobierno de Nicolás Maduro, no pudo estar en el cumpleaños de su hijo.
¿Qué dicen los compañeros de colegio de su hijo?
Delsa: “Los amigos de Pedro me conocen ya es muy normal para ellos, pues siempre han estudiado juntos y tienen toda la vida viéndome, los niños vienen a la casa así como Pedro va a la de ellos. Por otra parte están los padres, quienes también son excepcionales conmigo y por su puesto con Pedro”.
Amelia: “Armando se la lleva muy bien con sus amigos” entre risas recordó “En las votaciones Armando llevó volantes al colegio, y pidió a todos sus amigos que votaran por su mamá, el no entendía mucho eso de que los niños no votan. Todos me conocen igual que sus padres, a quienes agradezco enorme el apoyo”.
¿Qué pasa si es violada su inmunidad parlamentaria y es encarcelada?
Delsa: “Lamentablemente en este país estamos propensas a eso, y pues nada, toca seguir luchando desde cualquier trinchera, no solo por Pedro a quien amo con mi vida, si no por todas y cada una de las madres que han perdido a sus hijos, o por cada niño que ha perdido a su madre”.
Amelia: “Un delincuente asustado actúa con violencia, eso es lo que está pasando con este régimen y yo no escapo de esa peligrosa realidad”.
Para culminar Solórzano aseguró que “este domingo no hay mucho que celebrar, ejemplo una madre que fue asesinada y dejó a sus niños solos”.
Amelia lideriza campañas como: “Yo lucho por mis hijos”, “Las madres queremos votar”, “Yo revoco por mis hijos”, “Una donación de alegría” entre otras, todas orientadas a la lucha que libran las madres del país, en dichas campañas se brinda apoyo y orientación en distintos ámbitos familiares.
La crisis que atraviesa el país obligó a estas mujeres a sentir en cada fibra de su cuerpo la perdida de madres y niños en todo el territorio, pues el ser diputada no va solo de tomar decisiones legislativas, es el acompañamiento desde cualquier estado, con los más vulnerables para velar por el bienestar de cada familia venezolana, sacrificando el tiempo con sus hijos por cada niño del país.