Perdido en el bosque y sin salida: Gerárd Depardieu en la Berlinale 2016
Corresponsal para analitica desde Berlín: Martha Escalona Zerpa
El versátil y controversial actor francés Gerard Depardieu no tiene miedo del bosque aun cuando el personaje que interpreta se pierde en el sin encontrar la salida. ¿Es una pesadilla o realidad? Al final de la película es difícil encontrar la respuesta.
Se trata de la película The End del director francés Guillaume Niclou, presentada en la sección Forum de la Berlinale 2016. Después de la proyección, Depardieu comentó haber aceptado el rol principal conociendo someramente de qué se trataba sin siquiera haber leído el guión. El personaje le pareció fascinante.
La película comienza así: Depardieu yace en su cama. El despertador suena temprano en la mañana y su perro joshy ladra repetidas veces porque quiere comer. Después de cierto esfuerzo logra incorporarse- Su gran barriga es un estorbo que impide cualquier agilidad. Es probable que ya esté pesando 120 quilos (¿quizás como dice de sí mismo en la película?). Solitario come sentado a la mesa de su cocina y da también de comer a Joshy. Ambos salen a cazar al bosque. Depardieu maneja su 4×4 y lo aparca en un camino de tierra. Baja de la camioneta con una escopeta, una botella de schweppes, cigarrillos y un yesquero, algo de pan y su morral. Lleva una chaqueta y un impermeable naranja. Es todo. Le acompaña su perro y ambos se adentran en el bosque. Y, de repente, todo da un giro. Joshy no aparece más y la noche se aproxima. También una tormenta. Debe buscar un refugio bajo una cueva de piedra. Hace una fogata y se duerme. Al lado su escopeta. Al despertar ya no está.
Grita pidiendo ayuda. Se toma el resto de lo que quedó en la botella. Habla solo. Hace un balance de su vida. Le parece todo absurdo y repite en varias oportunidades, no es posible que sea real lo que vive. La idea del divorcio fue un error. Ahora se encuentra solo. A quien llamar. No hay red. Camina y dembula buscando la salida, sin encontrarla.
Súbitamente aparece frente a él un hombre joven del cual recibe algo de beber. Ya son dos días de estar perdido. Después de un corto y absurdo diálogo, el personaje lo abandona y queda solo. Escucha gritos de una mujer. Pocas horas después ella aparecerá frente a él. Una mujer delgadísima y desnuda. ¿Quizás víctima de una violación? Ella poco habla y el nunca lo podrá saber. Ambos caminan tomados de la mano sin encontrar la salida, cuando de pronto aparecen dos hombres que hacen senderismo. Ellos los llevarán de vuelta a la camioneta. Lo que pasará después es sorprendente y puede que no haya pasado.
Depardieu es del todo omnipresente a lo largo de la película y antes de encontrar a los dos misteriosos personajes se acompaña con monólogos que intentan calmar su desesperación. Con dificultad camina, escala las rocas, resopla, transpira, fuma y maldice.
Depardieu tuvo que caminar mucho durante la filmación y le costó mucho hacerlo, admitió en una entrevista, justo porque su obesidad le pareció molesta, y porque se cansaba mucho y tenía dolores de rodillas. Fué como dirigirse a la muerte, puntualizó.
The End es una película minimalista que explora de una forma muy existencial el tema de la soledad, la violencia y quizás del devenir de la vida. El bosque es solo la metáfora de cada quien, pero también la metáfora de los demonios y los miedos que cada quien arrastra consigo mismo.
Gerard Depardieu en ese rol es simplemente magistral, quizás porque en la vida real es un maestro de las profundidades humanas con sus declarados abusos de alcohol, sus 18 accidentes de motocicleta, la prematura muerte de su hijo Guillaume, sus muchas operaciones cardíacas y una transplantación del hígado, más una mirada de escándalos y deslices políticos en Rusia, Bélgica y Francia, entre los que cuentan, evasión de impuestos en éste último.
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