“Pedro Páramo”: Entre fantasmas te veas
Mucha gente apunta que “Pedro Páramo” es una película de terror debido al encuentro con espíritus y atmósfera opresiva de algunas secuencias
El realismo mágico tiene sus códigos, su lenguaje, su forma única de narrar la intimidad de los personajes y, a su vez, de relatar una sociedad entera que han visto sus circunstancias inmortalizadas en obras como “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, “Las lanzas coloradas” de Arturo Uslar Pietri y “La casa de los espíritus” de Isabel Allende, solo por mencionar algunos ejemplos.
Uno de los relatos fundamentales de esta tendencia literaria del siglo XX fue “Pedro Páramo” del mexicano Juan Rulfo, que en la década de los 50 presentó a Juan Preciado, un hombre que viajó al pueblo de Comala para buscar a su padre Pedro Páramo y así cumplir la promesa que hizo a su madre agonizante, pero, en su lugar, hallará fantasmas, ecos y dolores que marcaron la historia de su familia.
Rodrigo Prieto dirige la adaptación de Netflix en torno a la obra de Rulfo y cuenta con Manuel García-Rulfo (el mismo de El abogado del Lincoln) como el despiadado Pedro Páramo, ese hombre corrompido, frío, ausente, cacique del pueblo de Comala; creador y destructor cuya maldición secó la vida todo un pueblo.
La obra de Prieto mantiene la narrativa no lineal del texto original. Los saltos temporales marcan la historia y el espectador tiene la tarea de transitar el camino junto a Juan Preciado y, cual testigo de la historia, vivir los hechos que rodearon la vida de Pedro Páramo que han sido retratados con una estética maravillosa que reflejan las transformaciones profundas de una sociedad precaria, clasista y machista y, sobre todo, atada a la vida de los hacendados.
Mucha gente apunta que “Pedro Páramo” es una película de terror debido al encuentro con espíritus y atmósfera opresiva de algunas secuencias, pero, a juicio de quien escribe, el mayor temor que inspira la obra es el hallazgo de un pasado ingrato, el descubrimiento que Juan Preciado hace de Pedro Páramo, de su violencia, de su ausencia, de sus crímenes y sobre todo, del desdén de la sociedad de Comala que, aunque se sentía distinta del hacendado, en muchas cosas fueron cómplices silentes de sus andanzas.
“Pedro Páramo” no es una obra sencilla de ver. Como buen relato del realismo mágico salta, plantea eventos que quedan sin respuestas y desafían la lógica, por lo que el espectador puede sentirse descolocado y perdido, pero este efecto no parece ser producto de desdén, sino de una apuesta del director para sumergirnos en la incertidumbre de Juan Preciado, aunque haya tenido que sacrificar el ritmo de la producción y, por momentos, luzca enredada.
Netflix ha hecho una buena adaptación de la obra de Juan Rulfo, con buena dirección para Rodrigo Prieto, quien se estrena como realizador y que ha contado un elenco maravilloso encabezado por Manuel García-Rulfo quien le imprime las luces y sombras necesarias a su personaje y está acompañado por Tenoch Huerta como Juan Preciado junto Mayra Batalla, Ilse Salas y Giovanna Zacarías quienes aportan fuerza estupenda para la recreación de la historia de Juan Rulfo.
Las dimensiones de la película por supuesto nunca serán tan profundas como las de la novela, pero el film no ha dejado de lado la importancia de personajes como Susana San Juan y su locura, el dolor de Dorotea, la indolencia del pueblo de Comala y el miedo de Juan Preciado entre otros toques en los que el autor ha matizado el efecto de las circunstancias en los personajes y como estos, han sido marcados por el pasado.
“Pedro Páramo” tiene el lunar de exigir a la audiencia un mínimo conocimiento de la pieza literaria para fluir y entender un poco los planteamientos del film, pero, fuera de eso, es una película bien lograda, que nos deja pensando sobre los efectos de los fantasmas del pasado y que nos invita a indagar más en la obra de Rulfo y ¿por qué no? Recordar que el pasado a veces puede transformarse en fantasmas y en ecos que afectan a quienes nos rodean.