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Paul von Heyse. (1830-1914)

LA VOZ DEL PRIMER ALEMÁN NOBEL DE LITERATURA

Heyse obtuvo el gran premio Schiller en el año 1884 y, en 1910 el premio Nobel de Literatura, siendo el primer alemán que recibió ese honor, “como homenaje a su arte consumado, impregnado de idealismo, expuesto a lo largo de su productiva carrera tanto en su poesía lírica como en su teatro, en su novela y en sus relatos breves”.

En colaboración con Emanuel Geibel, el benemérito hispanista Paul Von Heyse contribuyó al conocimiento del Romancero español y portugués en Alemania. Heyse había completado su educación con algún tiempo de beneficiosa residencia en Italia, y parece haber recibido de ella cierto sello de distinción, de elegancia y de belleza artística de que otros carecen. Su producción novelística, poética y dramática es abundante, pero cuidadísima, “aristocrática”, como con exactitud se ha llamado, e inspirada en nobles sentimientos. Su especialidad es la novela corta, en la que es tenido como por verdadero maestro. Su novela en tres volúmenes Hijos del mundo (1872), ha sido muy elogiada y es de importancia como novela social; pero se observa que las facultades del autor se adaptan mejor que a las obras de gran aliento a las narraciones cortas, una de las cuales, quizá la mejor, es la titulada L’Arrabbiata (1855), apodo popular con que es conocida una interesante muchacha italiana.

Paul Johann Ludwig von Heyse nació en Berlín el 15 de marzo de 1830 y falleció en Munich el 2 de abril de 1914. Estudió en la Universidad de Berlín, doctor en lenguas románicas, se consagró a la literatura y se estableció en la capital bávara, donde formó parte del círculo de poetas de Munich. Gran parte de su carrera literaria transcurrió bajo el mecenazgo de los reyes de Baviera, Maximiliano II y Luis II. Contrajo matrimonio, primeramente con Margarete Kugler y, después de la muerte de ésta, con Anna Schubart.

Enemigo del naturalismo y dotado de una gran fecundidad y talento, escribió unos ciento veinte relatos cortos, seis novelas y sesenta obras de teatro y gran cantidad de versos, entre ellos algunas traducciones de poetas españoles, italianos e ingleses. Entre sus obras son dignas de mención sus novelas cortas, casi todas de ambiente italiano: L’Arrabbiata (1855), Andrea Delfín (1859) y Villa Falconieri (1888); las novelas Hijos del mundo(1872), El Paraíso (1875), Merlín (1892) y Victoria del amor; y las obras dramáticas El fin de don Juan (1883), donde realiza una interpretación del mito español de don Juan de Zorrilla, y Colberg. Y como dijo el escritor alemán: “Si discutieran la cabeza y el corazón, acabaría por decidir el corazón. La pobre cabeza cede siempre, porque es la más prudente”.

Francisco Arias Solis

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