Pastor Oviedo: «Te sepultan cuando no sales en televisión»
Pastor Oviedo (La Victoria, 1977) hace malabares los jueves, viernes, sábados y domingos. ¿La razón? Actualmente, conduce con Ana Alicia Alba el programa “Echando carro”, que se transmite por el Circuito X; después, le toca correr para participar en “Decamerón, el paraíso erótico de Boccacio”; y, al final del día, lo espera “Amores de barra”.
“Es todo un maratón. Es fuerte. Gracias a Dios, todo queda relativamente cerca. La radio está en El Rosal; en 20 minutos llego el Trasnocho (Cultural) y el (Hotel) Eurobuilding queda a una cuadra”, precisa el actor.
– ¿El «Decamerón» de Ricardo Nortier es realista o apocalíptico?
– Yo creo que tiene de los dos porque definitivamente lo que nosotros ilustramos en escena, sin ni siquiera decir el nombre, es la realidad que viven muchos venezolanos, porque para nadie es un secreto que donde desarrollamos la obra es en el piso del aeropuerto de Maiquetía, entonces, es algo con lo que muchos venezolanos se pueden identificar. La historia tiene mucho que ver con la realidad venezolana, mucha gente se está yendo y, sin necesidad de explicar por qué se van, es una cosa muy obvia y el texto permite que se haga la similitud con lo que está sucediendo en Venezuela porque son unas personas que están huyendo de una peste, así que deciden contar cuentos eróticos para ver si se olvidan un poco de lo que está sucediendo y de lo que ellos están huyendo.
– ¿En una época en la que está de moda el stand up y el microteatro, todavía cree que alguien valore el teatro clásico aunque tenga visos de contemporaneidad?
– Sí, claro. Yo creo que es cada vez menos la gente que aprecia el teatro clásico o por lo menos, en un formato clásico, a pesar de que es una obra contemporánea porque la tecnología ha hecho que las personas se informen sobre otras cosas más inmediatas. Antes, existía la cultura de abrir el periódico para ver qué había, cuáles eran las opciones. Ahora, todo lo brinda Internet y las personas que sean más habilidosas con eso, gente que produzca teatro, siempre le va a poder llegar a otras personas y cuando acá en Venezuela, y yo creo que pasa en cualquier país del mundo, se hacen obras donde hay un personaje mediático, que aparezca en televisión, que sea polémico y que sea conocido siempre la gente va a acudir más a la obra, no por la obra como tal sino por el personaje. Si se consiguen con una buena obra de teatro, eso va a ser suerte, pero la gente se deja llevar por el título de la obra y por las personas que aparecen en escena, más no necesariamente por el autor de la obra, ni quién la dirigió ni que agrupación es.
– ¿Cómo se llama su personaje en El Decamerón y cómo lo describiría?
– Mi personaje se llama Loreto, pero una cosa importante que hay que decir es que, la mayoría del tiempo que transcurre en la obra, los personajes que cuentan los cuentos permanecen haciendo eso. Son seis cuentos distintos que nosotros seleccionamos de los 100 que existen en “El Decamerón” de Giovanni Boccacio y los personajes como tal, los que cuentan los cuentos, no se desarrollan mucho. Tenemos visos de algún tipo de gusto o de personalidad, pero en realidad, la obra no te permite profundizar demasiado en lo que es el personaje. Loreto es, al igual que los demás, uno más que quiere salir, que quiere olvidarse de lo que está ocurriendo en la ciudad y va huyendo por eso.
– ¿Qué hace esta nueva versión por el texto original de Giovanni Boccacio?
– El texto original de Giovanni Boccacio tiene mucha similitud, lo que pasa es que está escrito de otra forma y es casi la misma representación ¿Por qué? Porque en el texto de Giovanni Boccacio estaban huyendo de la peste bubónica y eso, al final, y lo explicó él en algún momento, era una simple excusa para poder contar los cuentos, o sea, nosotros estamos haciendo exactamente lo mismo; estamos buscando una excusa, es decir, huyendo de algo malo y, por eso, decidimos contar los cuentos. Es una obra que se asemeja mucho a la original.
– ¿Hacer teatro le permite estar conectado con ese público que tiene tiempo que no lo ve en cámara?
– Sí, claro, aunque sigue siendo una minoría porque acuérdate que aquí te sepultan cuando ya no apareces en la pantalla de televisión, entonces hay mucha gente que no se entera de lo que estás haciendo y, en el caso de esta obra, el apoyo que tenemos está en las redes sociales, pero nosotros no tenemos ni afiches ni pendones ni pagamos publicidad en radio y en televisión mucho menos; es una cosa del ‘boca a boca’ y que, además, lo está haciendo una compañía reconocida de teatro que ya tiene su público. Si captamos público nuevo es a través de las redes sociales, pero ese público con el que te encuentras prácticamente es un público que ya te sigue en el resto de las obras de teatro que haces, te siguen la carrera o siguen las actividades del Teatro del Contrajuego.
– Aparte de “Decamerón”, ¿en qué otros proyectos laborales se encuentra trabajando?
– Ahorita estoy trabajando en “Amores de barra” en el Hotel Eurobuilding, que ya tiene cinco años y estoy en la radio todos los días con Ana Alicia Alba, en un programa llamado “Echando carro” en la X.
Las funciones de “Decamerón, el paraíso erótico de Boccacio” son los viernes a las 7:00 pm y los sábados y domingos a las 6:00 pm. Entre tanto, “Amores de barra” se presenta los días jueves, viernes y sábado a las 8:30 pm.
En la obra versionada por Ricardo Nortier, Oviedo comparte créditos con Carolina Torres, Carlos Arraiz, Melissa Inojosa, Antonio Ruiz, Darwin Barroeta, Amneris Treco, Anthony Castillo, Evelia Di Gennaro y Yeniffer Ibarra.
«aquí te sepultan cuando ya no apareces en la pantalla de televisión»: Y eso es tan cierto que los políticos ahora no conciben comunicarse con la Ciudadanía sino a través de la TV. De hecho, el Charlatán Eterno fue un producto televisivo, su lanzamiento ocurrió con el «por ahora» del 4F92 y no interrumpió su uso abusivo de la TV hasta que hizo mutis el 8 de diciembre del 2012 para irse a La Habana, a que el castrismo lo escondiera en el CIMEQ y el cogollo chavista se burlara de toda Venezuela y el mundo entero, con los cuentos del Decameron rojo rojito, que extendieron la presunta agonía del animador frustrado desde fines de diciembre hasta el 5 de marzo del 2013, cuando -también televisivamente- realizaron un larguísimo SHOW que no ha parado desde entonces, en torno al difunto y su CULTO de muy discutibles méritos. Hasta en pajarito lo convirtieron, en la sobreexplotación de su imagen, que ya raya en lo ridículo.
Suerte con tus trabajos, Pastor Oviedo.