“Nosferatu” una película en la que hincar el diente
La fortaleza de este film radica en que su diseño de producción gótico, trabajo magnífico del sonido y actuaciones, generan la tensión total necesaria
El año 1922, el incipiente cine dio a luz a una de las obras de terror clásicas, una cinta que se volvió un ícono de la cultura popular y del género de vampiros: “Nosferatu: una sinfonía del horror”.
Friedrich Wilhelm Murnau fue el responsable de esta adaptación que, buscando eludir el pago de derechos de autor, versiona “Drácula” de Bram Stoker con nombres y locaciones distintas para así dar vida al malvado Conde Orlok que, lejos de tener la apariencia descrita en el libro, es un ser calvo, con ojeras, demacrado, flaco, de manos largas y mirada turbia.
Orlok nació a la sombra de Drácula, pero rompió el molde y se hizo nombre propio por su aspecto y por los efectos especiales de Nosferatu que le labraron un pasaje directo a la inmortalidad del séptimo arte.
En 1979, Werner Herzog hizo un remake llamado “Nosferatu: el vampiro”, pero ha sido hasta este 2024 cuando Robert Eggers nos presenta una versión neo gótica donde el malvado Conde Orlok regresa para aterrorizar nuevamente a las audiencias, esta vez, del siglo 21.
La historia no tiene muchas alteraciones, la fortaleza de este film radica en que su diseño de producción gótico, trabajo magnífico del sonido y actuaciones generan la tensión total necesaria para que el film no dependa de las situaciones repentinas o de la sangre para helar el alma de la audiencia que se sorprenderá ante una obra con el total espíritu del cine clásico presentado en esta época.
Hay que destacar el elenco encabezado por Lily-Rose Depp, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Willem Dafoe y a Bill Skarsgård quienes hacen uso de todos sus recursos para recorrer el camino trazado por Bram Stoker, aunque con distintos nombres.
Rose-Depp brilla en el rol de Ellen Hutter, la joven objeto de la obsesión de Orlok, y en cuya interpretación vemos todo el talento de la hija de Johnny Depp, quien hace uso del lenguaje corporal y verbal para brindar una caracterización maravillosa. Hoult asume el rol de Thomas Hutter el abogado equivalente a Harker que busca un rol destacado en su firma de abogados mientras que Bill Skarsgård destaca como el vampiro protagonista, un rol donde el sueco asusta y parece dejar de lado su rol como Pennywise para decir “puedo asustar aún más”, y créanme, lo logra.
A nuestro juicio, tal vez “Nosferatu” no sea apreciada por todo el público, no es una obra común, es seda, es vino, es una sinfonía, es cine clásico en una era rápida y de redes sociales; es una obra maestra que hacía falta para refrescar al cine como arte.
