María Argélida Hernández: No tener medicamentos para el Párkinson aceleró su partida
Eudomar Chacón / Jesús Abreu
El reloj marcaba las 12:30 de la madrugada cuando María Argélida Hernández se despidió de este mundo para partir a una vida mejor y de descanso. Ya no podía sentarse, hablar, ni siquiera deglutir. Le dolía cuando la movían o la limpiaban. “Le daba el agua con una inyectadora, y estaba tan rígida que intentar ponerle un suero era una tortura”, dijo su hija.
Lo único seguro que hay en esta vida es que algún día moriremos, y era probable que en cualquier momento la señora María cruzaría la línea de la eternidad –tenía 83 años y padecía de la enfermedad de Párkinson desde 2006–, pero los tiempos se aceleraron, ¿La razón? La falta de medicamentos.
Según explicó su hija, quien prefirió permanecer en el anonimato, el medicamento que mejor actuaba en el organismo de María era Stalevo, del que tomaba 300 mg diarios. Pero en octubre de 2015 dejó de consumirlo, por no encontrarlo. Comenzó a ingerir Madopar de 200 mg, pero le producía bastante exaltación, lo que hizo que la enfermedad avanzara a pasos agigantados.
“Luego de un tiempo, no pude comprar una sola caja de ningún medicamento para el Párkinson”. Ni Stalevo, ni Madopar, ni Sinemet… nada. La pariente de María se movió por distintas farmacias en San Cristóbal, Táriba, Caracas, Guarenas… “no encontré nada. Tampoco logré información sobre la existencia de los medicamentos en algún Locatel, Farmatodo o Farmacia Saas de cualquier punto del país”.
Dado que no se contaba con el dinero suficiente para traer los fármacos desde el extranjero, el domingo 26 de junio se le dio la última pastilla de Madopar a la señora María.
Alexander Hernandez, presidente de la Fundación de Parkinson de Caracas, expresó que la situación actual de escasez de medicamentos se ha agudizado en las últimas semanas.
“No hay conciencia de lo que es la enfermedad de Parkinson y lo que estamos viviendo. Hemos tenido que acudir a la compra de medicamentos fuera del país”, dijo Hernández y añadió que desde hace mes y medio esperan por Sinamed, uno de tres medicamentos fundamentales para el tratamiento del Parkinson.
El representante de la Fundaparc, precisó que en el exterior el costo de estos medicamentos puede variar entre $18 y $40, que al cambio actual en el país hace imposible que las personas de recursos limitados puedan contar con esta opción. “En los próximos días recibiremos un lote de medicinas que compramos en Colombia, se trata de un genérico que puede sustituir al Sinamed y que ya está aprobado por los especialistas”.
Sin embargo, el tiempo no alcanzó para María Argélida. Esta mujer –que nació el 12 de octubre de 1932, era enfermera graduada de la Cruz Roja Venezolana y trabajó por décadas en el Hospital Central de San Cristóbal– inició una insuficiencia respiratoria el viernes 8 de julio que le quitó la vida en la madrugada del siguiente día.
Descansó… sí, descansó. Ahora –como dijo su hija– disfruta de la tranquilidad y felicidad del cielo, pero eso no aparta el dolor que embarga a sus familiares por todo el sufrimiento al que se vio sometida. “En estos momentos lloro la desaparición de mi madre, una mujer excepcional, inteligente, sensible, amable, trabajadora, luchadora y que hizo mucho por este país. Pero también lamento la muerte de muchos otros que sufren y se despiden de este mundo porque no consiguen el tratamiento que necesitan”.