Lo mejor surge en Un 2×3
La vida presenta circunstancias que solo pueden ser buenas si surgen en un dos por tres. Así de simple. Es en esos momentos no planificados en los que aparecen ideas y proyectos perdurables. Por ejemplo, J.K. Rowling pensó en Harry Potter mientras viajaba en un tren desde Mánchester hasta Londres; John S. Pemberton creó la Coca-Cola en un intento por fabricar un jarabe digestivo; e inclusive, McDonald’s surgió como un simple quiosco de perros calientes. Los fundadores de todos estos casos tienen un elemento en común: le dieron libertad a la creatividad y la plasmaron en un proyecto. Eso mismo sucedió con los creadores de la agrupación venezolana Un 2×3.
¿Por qué estos jóvenes bautizaron a su grupo con ese nombre? La razón es simple: un día se encontraban en casa de María Alejandra Duque –vocalista y tecladista– haciendo música «por puro entretenimiento», como dice Jesús Armando González –bajista–, cuando este último empezó a fluir en un ciclo armónico que resultó bastante atractivo. Ambos, en compañía de Moisés Tovar –baterista–, aprovecharon esa base musical para hacer su primera canción, «Solo quiero».
A este tema le siguieron muchos otros que también se hicieron «en un dos por tres», como sentencia Duque: «5 am», «Prozac en corchea», «Venezuela», «Lienzo», «Mi eterno», «Para hablar de amor», «CDL» y «Gracias, gracias». Todos forman parte de «Por supuesto que lo vamos a lograr», el álbum debut de este trío, que ya tiene dos años.
Una de las canciones que más gusta a los seguidores es «El mosaico de Cruz Diez», la cual trata sobre la diáspora criolla. «La primera vez que la tocamos en vivo, una muchacha comenzó a llorar. Al bajarnos de la tarima se nos acercó y nos contó que su hermana se había ido el día antes», comenta González.
Por otra parte, Tovar explica que todo el crecimiento ha sido producto de una constante cacería de oportunidades. «Ellas están ahí, solo debes salir a buscarlas. Por ejemplo, hace poco hicimos una gira de plazas, y fue una experiencia grandiosa, porque no esperamos a que nadie nos invitara a ir. Nosotros mismos nos organizamos».
«También hemos tenido la dicha de contar con personas que nos han abierto las puertas de par en par, pues apoyan nuestra iniciativa», es la opinión de Duque.
Estos jóvenes se reúnen prácticamente todos los días, pues más que una banda, se consideran amigos. Cada uno aporta un estilo diferente al concepto musical –Duque se inspira en lo clásico y coral, mientras que Tovar y González son seguidores del rock–, lo que denota en una propuesta bastante ecléctica.
El próximo 4 de mayo se presentarán en el local Agrada y seguidamente estarán en el colegio Emil Friedman. Sería bueno acercarse a escucharlos. De pronto, si la musa les permite, crean alguna canción en Un 2×3.