Música

Ayo, la cantante más sexy del mundo

Joy Olasunmibo Ogunmakin es una cantante y compositora alemana-nigeriana, de etnia Sinti, que vive en Paris, fue considerada por la revista Glam’mag en mayo 2015 como la mujer más sexi del mundo. Esta joven alemana, de raíces nigerianas y gitana de Rumanía es una extraordinaria cantante que está en la actualidad entre las diez mejor pagadas a nivel mundial.

Para algunos críticos, ella es la primera gran estrella del siglo XXI, con voz de cantante de jazz de los años cuarenta. En su música hay una mezcla de diferentes estilos: reggae, folk , soul y jazz.

El nombre «Ayo» significa alegría y, en realidad, sus actuaciones le hacen verdadero honor a su nombre.

Si están interesados en conocer más sobre esta interesantísima cantante pueden ir a : https://www.essence.com/celebrity/7-things-know-about-nigerian-german-singer-ayo/

Empezaré este post con uno de sus más grandes éxitos Down on my knees.

Down on my knees


Life is real

 

Ticket to the world

 

Its supposed to be love

 

I want you back

 

 

Who

 

Slow slow

Lonely

 

I’m gone dance

 

Gudinnor

 

Only you

https://www.youtube.com/watch?v=Ow3ga4XH6d8

 

Without you

 

Neva been

 

How many times

 

Sometimes

 

Watching you

 

Help is coming

 

Teach love

 

 

Justice

https://www.youtube.com/watch?v=wS0eoMg3Sl8

 

 

Complain

 

 

Fire with Youssoupha

 

Fallin

https://www.youtube.com/watch?v=GCKp5Y-926M

Life is real

 

It hurt with M

Un comentario

  1. » africana, rumana y alemana, Ayo, fue considerada por la revista Glam’mag en mayo 2015 como la mujer más sexi del mundo»: Primero, esa triple nacionalidad es difícil de digerir, se debe explicar mejor, pues a la larga por lo menos la mitad de los habitantes del planeta, si nos atenemos a las innumerables etnias que participaron a lo largo de las generaciones anteriores en la conformación actual, también pudieran alegar dos, tres y muchos más ORÍGENES. Romanía y Alemania son dos países con menos diversidad étnica, pero no se puede catalogar a alguien como simplemente africano, visto que es un todo un Continente, y contiene una enorme diversidad étnica, parte de la cual NO está reflejada en la apariencia de Ayo. Segundo, siempre me han molestado esas determinantes afirmaciones excluyentes, como «la más bella, la más sexy, el más preparado, el mejor dotado, el mejor partido», etc. Ni siquiera en materia de Conocimientos, que son algo susceptible de medición, debe ser posible establecer que UNA persona sea la que posea más conocimientos, a escala mundial (en un Concurso ya es otra cosa). Y cuando se trata de belleza o sensualidad, ya sabemos que «Beauty is in the eye of the beholder», La belleza está en el ojo del que mira, Entre gustos y colores no han escrito los autores, por lo que es absolutamente imposible señalar a las 100 mujeres más bellas del mundo, mucho menos a UNA que podamos calificar como la más bella o la más sexy del mundo, por dos razones esenciales: 1. Porque no se tomó en cuenta a TODAS las mujeres del mundo, sino al reducido conjunto de MIsses, o cantantes, o actrices, o empresarias, que deja fuera a la Mayoría, y 2. porque esas que ganen la preferencia del jurado, no van a reflejar las preferencias del resto de la Humanidad, y muy probablemente los demás encontremos más bellas a las que ese jurado dejó en los últimos lugares, y lo que es peor, que esos puestos de las más bellas, o las más sexys, se los asignemos a otras mujeres que conocemos, que ni siquiera fueron conocidas o tomadas en cuenta por esos jurados en particular. Nunca había oído de la tal revista Glam’mag, pero ahora sé que es similar a muchas, que tienen en su Staff a personas con la suficiente prepotencia como para atreverse a establecer estándares tan equivocados y excluyentes. En revistas como esa, ni haciendo cola se consigue HUMILDAD y VERACIDAD.
    Esa MULATA es bonita, agradable, canta bien sin llegar a tener una voz excepcional (la filipina Charice sí que asombra con su portentosa garganta), y Tony Braxton, por nombrar a otra mulata, nada le tiene que envidiar, ni en cara, ni en cuerpo, ni en sensualidad y voz. Así que, a los de Glan’mag, les digo que se bajen de ese pedestal de jueces sin probidad ni suficientes referencias.

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