Michael Jackson, 61 años del eterno «Rey del Pop»
Michael Jackson es eterno, de eso no cabe duda. Este 29 de agosto se celebran 61 años del nacimiento de este cantante estadounidense, máxima estrella del pop de los años 80´s que traspasó todos los límites del tiempo y se convirtió en leyenda.
Enigmático, ambiguo, misterioso con sus grandes manías y sus toques de generosidad, llegó a ganar 13 Premios Grammy y vendió alrededor de 750 millones de discos y el efecto imperecedero de sus incontables seguidores en todo el mundo.
Aunque el 25 de junio se cumplieron 10 años de su fallecimiento, el será recordado por siempre como “El Rey del Pop”. Bailarín y vocalista con un estilo y personalidad únicos, no hay duda de que Jackson es un ícono en la historia de la música y que su legado ha influido en multitud de artistas de posteriores generaciones.
Uno de los cinco
Su vida comenzó el 29 de agosto de 1958 en Indiana (Estados Unidos), siendo el séptimo de los nueve hijos de Joseph y Katherine Jackson. A los cinco años ya había dado muestras de increíble talento para la canción, pero no fue hasta que cumplió 11 años que comenzó oficialmente su carrera junto a sus hermanos en Jackson Five, con quienes lanzó temas de éxito como «I Want You Back» y «ABC».
Los cinco hermanos Jackson vendieron, mientras actuaron juntos bajo el patrocinio de Diana Ross, más de cien millones de copias. A los doce años Michael ya era considerado toda una estrella.
Thriller: Un zombie que alcanzó la fama
La fama mundial le llegó con su carrera como solista, que inició en 1979 con el disco Off The Wall, que incluía éxitos como Don’t Stop ‘Til You Get Enough y Rock With You.
Su segundo álbum, Thriller, de 1982, es el disco más vendido de la historia. Sus posteriores trabajos Bad (1987), Dangerous (1991) y History (1995) también alcanzaron ventas millonarias en todo el mundo.
La fama le trajo la adoración del público y su estilo, siempre original y disruptivo marcó tendencia. Su enorme rancho, llamado Neverland, pasó a convertirse en símbolo y lugar de peregrinación de sus fieles fans, al igual que Graceland lo fue para los seguidores de Elvis.
La era de los escándalos
Pero más que su vida profesional, desde los años 90 era su vida personal la que acaparaba los titulares debido a su excéntrico estilo de vida.
Su figura se vio envuelta en el escándalo tras ser acusado en dos ocasiones de abusos a menores: la primera, en 1993, por la que no fue juzgado debido a falta de pruebas; y la segunda, en 2005, por la que fue juzgado y absuelto.
Desde entonces, su vida giró en torno a la polémica y en 2008 perdió definitivamente su rancho de Neverland por no poder afrontar deudas de más de 20 millones de euros.
Matrimonios e hijos
En 1993, Jackson se casó en secreto en la República Dominicana con Lisa Marie Presley, hija única de Elvis Presley. La pareja rompió dos años después en términos amistosos.
En 1997, el cantante volvió a casarse, esta vez con la enfermera Deborah Jeanne Rowe, con quien tuvo a sus dos hijos mayores: Michael Joseph Jackson, Jr. (también llamado “Prince”), y Paris Michael Katherine Jackson. Se divorciaron en 1999, y Rowe le otorgó a Jackson la custodia total de los niños.
Su tercer hijo, Prince Michael Jackson II, nació en 2002 sin que el artista revelase la identidad de la madre del niño, aunque llegó a decirse que había utilizado una madre de alquiler.
El ocaso de una estrella
A finales de 2008, y después de que muchos medios especularan con la posibilidad de que Michael Jackson sufría una enfermedad de origen genético y necesitaba con urgencia un trasplante de pulmón, el portavoz oficial del artista envió un comunicado en el que desmentía rotundamente tales informaciones.
Los rumores sobre su estado de salud fueron continuos durante 2008 y principios de 2009 (se dijo que tenía una bacteria que estaba destruyendo su piel y cáncer de pulmón), sin embargo, representantes y responsables de su última gira, «This It Is», que nunca llegó a celebrarse debido a su repentino fallecimiento, desmintieron cada uno de ellos.
Tras varios baches en su carrera, en 2009, el «Rey del pop» prometía, en una multitudinaria rueda de prensa, volver con fuerza. Michael anunció que estaba preparando una gira de cerca de 50 conciertos en el O2 Arena, de Londres, donde pensaba despedirse por todo lo alto de los escenarios tocando las canciones que querían sus fans.
Michael se puso manos a la obra para obsequiar a sus fans con lo que mejor sabía hacer: cantar y bailar. Jackson ensayaba coreografías y preparaba un espectáculo que esperaba dejar a todos con la boca abierta.
Siguiendo de cerca sus ensayos estaban sus hijos con los que disfrutaba del tiempo que el trabajo le dejaba libre.
Sin embargo, una intoxicación del anestésico propofol -en combinación con otros medicamentos suministrados por su médico personal, Conrad Murray- acabó con su vida el 25 de junio de 2009, dejando a medias la última gran actuación de su vida.
Acaba la vida, empieza la inmortalidad
Su repentina muerte conmocionó al mundo, y en todos los rincones del planeta alguien lloraba la muerte del «Rey del pop». Su funeral, realizado el 6 de julio de 2009 en el estadio Staples Center, se convirtió en un homenaje a su música, en una reunión de amigos y en un adiós multitudinario.
Y tras una exhaustiva autopsia y algo más de dos meses después de su repentina muerte, el 3 de septiembre de 2009, el cuerpo de esta estrella fue enterrado en el cementerio Forest Lawn de Glendale de Los Ángeles.
Al entierro, de carácter íntimo y custodiado por fuertes medidas de seguridad, acudieron alrededor de un centenar de personas entre quienes se encontraban los familiares y amigos más íntimos: Brooke Shields, Lisa Marie Presley, Mila Kunis, Stevie Wonder, Elizabeth Taylor y Diana Ross, entre otros.
El sepelio estuvo presidido por el féretro bañado en oro del artista y «custodiado» por dos grandes imágenes suyas. Durante la ceremonia, su música fue la banda sonora.
Como toda historia terrenal, la de Michael Jackson también tuvo un final. Sin embargo, el “Rey del Pop” seguirá iluminando eternamente con su legado musical a todas las generaciones después de él.