Karl Hoffman y la relación con su amada: la actuación
“Ni yo la elegí a ella, ni ella a mí; simplemente nos gustamos mutuamente. Y si a estas alturas te digo que estoy arrepentido de haberla escogido, sería una completa mentira”. Cuando Karl Hoffman habla de la actuación, se refiere a ella como su gran amada. Entre ambos existe una conexión de décadas que –así como las relaciones que perduran toda la vida– se ha reinventado con el pasar del tiempo para escalar nuevos y más altos peldaños.
La relación nació cuando Hoffman estudiaba bachillerato. Él vivía en El Paraíso y siempre que pasaba por la entrada de Radio Caracas Televisión –el canal que más adelante se convertiría en su casa– veía cómo la gente iba detrás de los famosos, “y a mí eso me llamaba la atención”. Eso, sumado al hecho de que él tenía una gran facilidad para las artes escénicas, fue un primer aviso de que lo suyo era la actuación. Pero formalmente, todo inició cuando él estudiaba ingeniería aeronáutica en la Universidad Simón Bolívar, donde se inscribió en el grupo de teatro. Su paso por la agrupación lo impulsó a estudiar la actuación de manera formal. Fue así como ingresó en la Escuela de Arte Escénico Juana Sujo.
Ella –la actuación– le ha abierto un mundo de posibilidades. “Interpretar vidas que no son tuyas te ayuda muchísimo y aporta herramientas para tu vida”, comenta a Analítica.com. Agrega que siempre ha estado abierto a aprender. Por eso, en paralelo se formó en el área audiovisual: dirección, producción, escritura… actualmente funge como director del Centro Integral de Capacitación Actoral (CICA), el cual está presente en Venezuela y Panamá.
¿Favorito? No tanto
Aunque muchos recuerdan a Hoffman por su participación en grandes novelas de RCTV y Venevisión, confiesa que muchas de esas interpretaciones –más que bendiciones dadas por gracia– requirieron de un gran esfuerzo de su parte. “Había colegas que eran favoritos y yo, quizá, no pertenecía a ese grupo. Entonces, debía buscar esas oportunidades, estar en contacto con los productores, pelear mis personajes. A pesar de estar dentro del canal, no se me dio tan fácil”.
Sin embargo, aclara que en cuanto a los unitarios, siempre le fue bien. En este sentido, logó escribir, producir, dirigir y protagonizar varios de ellos.
–¿Algún principio de la actuación que aplique en su vida personal?
–¡Todos! En especial la concentración. La diagramación de las estructuras dramáticas te ayuda mucho en tu vida diaria. También he aprendido mucho a no dejarme llevar por el ego. A él lo tengo siempre pisado para que no se apodere de mí. Puedo decir que es la única cosa con la cual peleo constantemente para que se mantenga en las áreas en las que debe estar, pues también es cierto que los artistas debemos tener una dosis mínima de él.
–Actualmente vive en Panamá. ¿Qué está haciendo para promover el desarrollo de la industria audiovisual en ese país?
–Puedo decir que hasta lo imposible. Primero, traje la escuela –CICA– y en los dos años que tiene la han empezado a reconocer como una institución súper profesional, que no tiene punto de comparación con lo que otras hacen acá. Y eso dicho por los propios panameños. Acá nos aliamos con una universidad y damos clases en los cursos de locución. También están los diplomados en Host TV, los cuales solo dictamos nosotros.
–A propósito de los cursos que ofrece CICA, en este momento la escuela tiene abiertas sus inscripciones para el Diplomado en Formación Escénica y Audiovisual para actores. ¿Quiénes pueden optar para estas clases? ¿Qué materias se dan?
–Septiembre y enero son nuestros meses de inscripciones. En este curso pueden participar todos los mayores de 20 años que quieran estudiar formalmente actuación y tengan el compromiso. Buscamos dignificar la profesión desde las aulas de formación. Ahí tocamos muchas áreas: interpretación, actuación para medios audiovisuales, psicología aplicada al arte dramático, expresión corporal, maestros y tendencias, voz y dirección, baile aplicado a la actuación… y estamos integrando un par de materias nuevas: malabares y magia para actores. Las clases son todos los sábados desde las 8:00am hasta las 5:00pm y tienen una duración de diez meses.
–También sabemos que viene la segunda temporada de “La nueva voz de Venezuela” ¿Qué nos puede contar sobre este reality radial?
–El programa se hará en alianza con Play 95.5FM, a cargo de Enzo Espósito. Los ganadores se llevan un espacio temporal en la emisora. Esto está integrado a un Diplomado en Host Radial, el cual es extraordinario. Tiene una duración de tres meses, con doce sesiones que se dividen en teoría, práctica y salida al aire. En Panamá también lo hacemos y lo estamos volviendo una franquicia. Queremos tenerlo próximamente en Colombia, Ecuador y España.
Una industria decaída
Según la opinión de Hoffman, la televisión venezolana tiene varios años deteriorada en múltiples áreas. “Yo entiendo que es un negocio, y comparto eso, porque lo que haces debe generar dividendos, pero también sé que sí puedes ganar dinero y lograr mejores producciones”.
A pesar de su posición, él es consciente de que el sector está detenido porque el país atraviesa un contexto difícil. “El teatro es el que ha sido el ala emergente, pero es muy poco lo que se puede obtener a nivel económico para vivir del teatro en una situación como la venezolana”.
Desde que se fue a Panamá, ha estado en constante unión con Venezuela. Cada cinco o seis meses viaja para acá con el fin de supervisar el Centro Cultural Santa Fe, del cual es gerente; así como los proyectos que desarrolla con CICA.
Y aunque confiesa extrañar muchas cosas de su país, Panamá le ha abierto bastantes puertas. “Ha sido demasiado rápido mi ascenso en esta nación. Estoy trabajando como consultor de dos canales de televisión aquí, doy coaching gerencial a varias empresas… es decir que hay bastantes oportunidades”.
Todo esto acompañado por su gran amada: la actuación, con quien ha logrado establecer una relación de éxito que le ha permitido crecer día a día y convertirse en una marca con nombre propio: Karl Hoffman.