Geoffrey Rush, Agnieszka Holland y «Una mujer fantástica» en la Berlinale 2017
Por Martha Escalona Zerpa
Desde Berlín especial para Analítica.com
En el primer fin de semana de la Berlinale 2017 el festival mostró un amplísimo abanico pluritemático y variotinto en la sección oficial de competición. Los temas, los personajes, los idiomas y los países fueron variados, pero la selección de películas todavía no ha logrado alcanzar un nivel excelente para un Festival Internacional de Cine de categoría A.
El sábado 11 de febrero se inició con «Felicité» una película africana (como pocas veces en el programa oficial del festival) situada en el corazón de la República Democrática del Congo, en Kinsasa, su capital y dirigida por el joven director senegalés Alain Gomis.
Se trata de Felicité (Véro Tshanda Beya), una mujer que vive con su hijo en uno de los muchos suburbios pobres de la capital y quien se gana la vida, independientemente de cualquier hombre, como cantante en un bar de mala muerte de la ciudad.
Un día su hijo padece un accidente de motocicleta y ella debe conseguir el dinero para la operación. Es una batalla contra el tiempo, porque de no tener recursos económicos a la mano para la intervención, su hijo le tendrá que ser amputada la pierna; lo cual pasará y ella no podrá evitarlo.
Plena de estereotipos sobre las imágenes que tenemos sobre África, su pobreza, su basura y también sobre el machismo, la miseria de la mayoría de su población, se contrapone la lucha casi resignada de Felicité, una mujer, que pelea por su vida, pero sin alegría y con una tristeza permanente en los 123 minutos de la película que se infiltra debajo de la piel. Tan sólo el hecho de que Tabú (Papi Mpaka) podrá reparar el congelador es una esperanza para que le nazca una sonrisa aunque sea boceteada.
Despúes de Kinsasa seguimos a Francia con la película «Final Portrait», de Stanley Tucci con el actor australiano Geoffrey Rush en el papel de Alberto Giacometti, dos años antes de su muerte 1964 en París. Se trata de la adaptación del ensayo biográfico Giacometti Portrait, del experto neoyorkino de arte James Lord (Armie Hammer), inspirado después de 28 largas sesiones de modelaje con Giacometti, hasta que este termina éste retrato, que será su último.
Giacometi, estuvo obsesionado con captar la esencia del ser humano en unas simples líneas y apartado del cubismo, se mofaba de Picasso y de Chagall. El taller del artista en París, los cafés y restaurantes que frecuentó y las relaciones más estrechas del artista con su hermano, su esposa, Annette (Sylvie Testud), y su amante Caroline (Clémence Poésy) son los ejes de la vida de Giacometti durante su ultima fase de vida.
Geoffrey Rush, quien recibió el sábado la Cámara de la Berlinale fue ovacionado por la prensa y el público por su magistral actuación del pintor y escultor vanguardista. Antes ya obtuvo en 1996 el Oscar por su magistral interpretación del pianista David Helfgott.
Las esculturas de Giacometti son seres «a mitad de camino entre la nada y el ser», según los definió el filósofo Jean Paul Sartre.
Finalmente el sábado culminó con la película austríaca «Wilde Maus», (traducción literal: ratón salvaje), una sátira social del cabaretista y cómico austriaco Josef Hader. La película del país vecino fue esperada con mucha expectativa, pero la recepción de la misma fuere más que reservada.
La sátira social quedó a medias, así como el humor. Un crítico de música clásica es despedido de la noche a la mañana por tener un sueldo más alto de lo que ganan periodistas más jóvenes. Su resentimiento es insoportable y se las arregla para desarrollar estrategias de venganza contra el jefe, ocultando la verdad a su mujer y adentrándose en una espiral de violencia y fantochadas.
Este 12 de febrero comenzó la fría mañana de domingo con la película «Pokot» de la directora de cine polaca Agnieszka Holland.
«Pokot» fue un verdadero deleite cinematográfico desde todo punto de vista, en la fotografía, en la vivacidad de la cámara y en la fusión magistral de varios géneros cinematográficos como la comedia, el thriller, el horror y el suspenso, además de otros elementos adicionales como la música de Bach de trasfondo, la Astrología, la Botánica, la Ecología, el derecho de los animales, la corrupción policial y el cuestionamiento acerca de la autorización de cazas de animales en los bosques polacos.
Su protagonista, una mujer excepcional, es una activista medio ambiental, vegetariana, amante de los animales y que se opone a la caza. Sus enemigos son, en ese sentido, cazadores, legítimos o ilegítimos, policías corruptos que les amparan y asesinos locales que convierten sus cotos de caza en prostíbulos.
«Pokot» es una película basada en una novela de Olga Tokarczuk, quien acompañó este domingo a la cineasta a la conferencia de prensa para respaldar su tesis del «holocausto ecológico». Por ello, «Pokot» podría ser un favorito para un Oso de Oro.
De Polonia nos desplazamos hasta Delhi, India en 1947 con la película «Viceroy’s House», dirigida por Gunrinder Chadha, quien traza el proceso de independencia de la India del Reino Unido y los entre telones históricos en la toma de decisión en la división de la India y en hacer Pakistán como estado independiente y con una población mayoritariamente musulmana.
Una historia de amor entre una empleada musulmana y un empleado personal hindu del Vize-Rey de Delhi imprimen un toque «bollywoodense» a esta película que intenta reconstruir la historia reciente de Pakistán y la India y la gama de intereses geopolíticos que la originó.
Cierra el domingo de cine en la 67 Berlinale con un abordaje de la transexualidad en el contexto chileno y la puesta en escena de la discriminación y exclusión de esta minoría sexual en ese país suramericano.
La película se llama «Una mujer fantástica», y es el nuevo trabajo del joven director Sebastían Lelio, quien con «Gloria» en 2013 su protagonista Paulina García ganó el Oso de Plata. Su protagonista es la actriz tránsgenero Daniela Vega, quién fue aclamada por su papel de Marina Vidal en la película.
La actriz está convencida de que su personaje representa la «lucha por la dignidad» de una mujer como la que interpreta, frente a las convenciones «dominantes» en la sociedad donde vive. Marina se topará con la cruda realidad y la exclusión y violencia por parte de la familia del hombre, que acaba de perder por una muerte súbita e inesperada.
El cine chileno ha sido una cinematografía de peso en las últimas ediciones en la Berlinale. Después del éxito de «Gloria» siguieron en 2015 el Gran Premio del Jurado para «El Club», de Pablo Larraín, y el de mejor guión para «El botón de nácar», de Patricio Guzmán.
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