Bruno Mars duplica público en Barcelona tras su último concierto
Si hace un año Bruno Mars logró seducir a 18.000 personas en el Palau Sant Jordi de Barcelona, este año ha hecho enloquecer al triple, 54.000, en el Estadio Olímpico de la misma ciudad, donde ha ofrecido una fiesta ‘funk’ por todo lo alto, con fuegos artificiales y confeti incluido.
Un público de todas las edades y condiciones se ha rendido ante el carisma y la energía de este fenómeno de masas, que en poco años se ha metido en el bolsillo a medio planeta con su ‘pop-funk’ de aires ochenteros, tremendamente bailable.
La cosa ha empezado mal, con abucheos porque pasaban más de treinta minutos de la hora del concierto y el hawaiano todavía no había aparecido en el escenario.
Pero cuando finalmente lo ha hecho, los miles de personas que le esperaban le han perdonado al instante y se lo han hecho saber con agudos gritos de alegría.
En el Estadio Olímpico no cabía un alfiler, un lleno total que tiene especial mérito si se tiene en cuenta que desde su anterior visita a Barcelona, en 2017, no ha sacado ningún disco nuevo, por lo que era de prever que el concierto de este miércoles fuera muy parecido al del año pasado.
Parece que Bruno Mars ha decidido explotar el buen momento de popularidad por el que pasa y no tiene prisa por volver al estudio de grabación.
Efectivamente, el repertorio ha sido parecido al del anterior paso por Barcelona de la gira de presentación de «24K magic», pero eso no ha parecido molestar a nadie, más bien al contrario.
El publico ha enloquecido cuando el estadounidense ha salido al escenario y ha empezado a bailar al ritmo de «Finesse», con ese estilo rítmico y sensual que le caracteriza.
«Hola Barcelona, espero que bailéis, nosotros tenemos muchas ganas de bailar», ha dicho nada más empezar el concierto, y realmente ha sido así.
Bruno Mars ha bailado mucho. Una veces solo y otras sincronizado con los músicos de su grupo, especialmente con el trío de metales, que ha abandonado sus instrumentos en más de una ocasión para sudar la camiseta junto al jefe de la banda, todos con ropa y zapatillas deportivas.
El tercer tema ha sido «Treasure», una canción de hace seis años que fue uno de sus primeros éxitos, y las 54.000 personas presentes han alzado los brazos y los han movido al unísono, en un impresionante acto de celebración colectiva.
Todo el concierto ha sido una gran fiesta y el público ha bailado sin parar, pero los temas antiguos han sido los más celebrados y los momentos álgidos han llegado con «Marry You» y «Runaway Baby», que ha sonado en medio de un estallido de luces rojas.
Simpático, Bruno Mars ha dicho varias palabras en español, pero la frase que más ha triunfado ha sido «te quiero mucho cariño», durante la interpretación de «Calling All My Lovelies».
El ritmo ha sido frenético durante todo el concierto, pero ha habido tiempo para las baladas y las linternas de los móviles iluminando la noche en «When I Was Your Man» y «Versace on the Floor».
También ha habido un pequeño descanso para el cantante durante el solo de piano que ha precedido la traca final, que ha empezado con «Locked Out of Heaven», ha seguido con «Just The Way You Are» y ha acabado con «Uptown Funk».
Un final ‘funk’ para un concierto bailable, festivo y muy entretenido, que quizás no haya aportado mucho a la historia de la música, pero ha cargado las pilas a un número nada despreciable de personas.