En el centenario de Eugène Ionesco (1909-1994)
LA VOZ DEL CREADOR DELTEATRO DEL ABSURDO
(%=Image(9233474,»L»)%) Eugène Ionesco, dramaturgo francés de origen rumano, es el creador y el principal representante del teatro del absurdo, junto a Samuel Beckett. Poético es el lenguaje teatral de Ionesco como el de Beckett. Los temas favoritos de Ionesco son el absurdo de la existencia humana, la angustia ante la muerte y el deseo de comunicación con los demás. Todos ellos están tratados con la ironía y el humor característicos de toda la obra de Ionesco. En 1950 estrenó La cantante calva, obra que revolucionó el panorama teatral y en la que ridiculiza y pulveriza los usos del lenguaje, destruyendo todo sistema de referencias y produciendo una comicidad irresistible no exenta de desasosiego. El teatro de Ionesco ha tenido un gran éxito en toda Europa y ha sido representado frecuentemente en España.
Eugène Ionesco nació en Slatina el 26 de noviembre de 1909 y falleció en París el 28 de marzo de 1994. De padre rumano y madre francesa se trasladó a París con un año de edad y residió en Francia hasta 1922 en que reclamado por su padre volvió a Rumanía, donde estudió rumano y el bachillerato, y, más tarde, cursó estudios en la Universidad de Bucarest, donde también fue profesor, al tiempo que se iniciaba en la actividad periodística. En 1936 se casa con Rodica Burileanu. En 1938 adquirió la nacionalidad francesa y se traslada definitivamente a Francia, aunque volviera esporádicamente a su país de origen. Vive con estrecheces los años de la segunda guerra mundial. Consigue un trabajo en los servicios culturales de la legación real de Rumanía en Vichy, llegando a ser agregado cultural. El 22 de enero de 1970 es elegido miembro de la Academia francesa y ese mismo año recibe el Gran Premio Austriaco de la Literatura Europea. En 1989 firma, junto con otros autores, una declaración a favor del derecho universal de expresión y a final de ese año es nombrado, con Emil Cioran, miembro de honor de la Unión de Escritores de Francia. Ionesco fue miembro del Comité Internacional de Ecrivains pour la Liberté (C.I.E.L.), cuyo objetivo era la defensa y respeto de los derechos humanos y la libertad de los científicos, de los escritores y artistas.
Ionesco se inicia para el teatro de modo casual: un manual de conversación franco-inglés, que cae en sus manos, y cuyos axiomas absurdos y lugares comunes le motivan para que realice algo que ya lleva dentro. También contribuyó el caos de la vida en Europa después de la guerra, sin un horizonte humano coherente.
En 1950 Ionesco estrenó La cantante calva, cuyos recursos cómicos están al servicio de una significación. Esta misma línea seguirá en obras como La lección (1950), para posteriormente ampliar su esfera explicitando las tensiones de incomunicación y vacío Las sillas (1951), Víctimas del deber (1953) y Jacobo o la insumisión (1955).
Más tarde Ionesco evoluciona hacia un teatro simbólico, iniciado con Rinoceronte (1958), que se irá cargando progresivamente de contenido filosófico en obras como El peatón del aire (1962), El nuevo inquilino (1962) o El rey se muere (1962), para algunos críticos su mejor obra, donde expone sus obsesiones íntimas. Su teatro posterior tiene un carácter onírico impregnado de simbolismo, como en Machett (1972) o El hombre de las maletas (1975). Es también autor de una obra narrativa iniciada con su Diario (1967-1968, 2 vols.) y continuada con dos colecciones de narraciones para niños: Cuentos 1 y Cuentos 2 (1970); posteriormente realizó diversas incursiones en el campo de la novela: El solitario (1973), adaptada después al teatro, que ofrece elementos autobiográficos también presentes en Antídotos (1977). Y como dijo el creador del teatro del absurdo: “La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad, es creación y osadía”.