Emmy 2020 “corona” reinas indiscutibles en un formato inédito por la pandemia
Schitt’s Creek, Succession y Watchmen arrasaron como series del año en su categoría, en una ceremonia que marcó la pauta del “nuevo normal” en premiaciones.
¡Inédita! Si de algo puede presumir la entrega número 72 de los premios Emmy es de haber sido un evento “nunca antes visto”, en donde un escenario vacío, la desinfección de sobres ante las cámaras, test de coronavirus en directo y mensajeros enfundados en escafandra para entregar los premios han sido parte de las rarezas.
«Bienvenidos a los «Pand-Emmys», bromeó el humorista Jimmy Kimmel, presentador del evento, al dar la bienvenida desde el mítico Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.), la sede simbólica de una cita que no ha contado con alfombra roja, ni discursos sobre el escenario, y en donde los nominados recibieron sus estatuillas via “delivery”, en más de un centenar de localizaciones distintas.
Este marco en donde brillaron los protagonistas de la noche: las series que este año han acompañado, como nunca antes, el día a día de la población mundial. Entre ellas hubo reinas definitivas: Schitt’s Creek, Succession y Watchmen se coronaron como ganadoras indiscutibles de la noche.
Schitt’s Creek y sus siete enanos
La gala comenzó con los premios en el área de comedia y había pasado una hora de programa y solo se había nombrado una serie: Schitt’s Creek. La sexta temporada de esta producción canadiense creada por Daniel Levy y protagonizada por su padre, Eugene Levy, y Catherine O’Hara hizo historia en estos premios.
Durante toda esa hora de ceremonia, la serie se llevó todos y cada uno de los siete premios destinados a comedia (mejor comedia, director, guion y los cuatro intérpretes). Nunca había pasado antes en la historia de los premios… ni en la de la propia serie, ya que, de hecho, no había ganado ni un solo Emmy en sus cinco temporadas anteriores.
Aunque quedará en los records el extraordinario triunfo de Schitt’s Creek, no es el futuro de nada, ya que la sexta temporada, emitida este año, era la última.
Sucesora del trono del drama
Después de casi una década, premiando a «Game of Thrones», tocaba por primera vez entregar “el testigo” a otro drama. La ganadora fue «Succession», una intriga de unos hijos que conspiran para sustituir al padre en lo más alto de un imperio mediático familiar.
Succession, producción de HBO, ya era para muchos la mejor serie del año pasado. Su segunda temporada era aún mejor que la primera. La serie ganó mejor producción del año, dirección y guion.
Aunque quizá el premio más significativo para los fans de la serie fue el de Jeremy Strong, un gran secundario norteamericano nominado esta vez como protagonista y que se impuso como actor principal a su compañero Brian Cox. Esta temporada de Succession traspasa la carga dramática del padre al personaje de Strong, que disfruta de algunos de los momentos televisivos del año.
Vigilando a los vigilantes
En la categoría de miniserie, donde «Watchmen» ganó como mejor producción del año como se esperaba. Con 26 postulaciones la miniserie de David Lindeloff, basada en el legendario comic, llegaba a la ceremonia como el programa más nominado de este año… y salió como el más premiado, con 11 emmys.
«Watchmen», estrenada antes de que las protestas contra el racismo explotaran en Estados Unidos, se ha convertido en un referente cultural del movimiento Black Lives Matter porque su argumento está relacionado con la Masacre de Tulsa, un suceso acontecido en 1921 y en el que un grupo de supremacistas blancos masacró a ciudadanos afroamericanos.
La ficción de HBO se alzó como mejor miniserie (serie limitada) y también otorgó a su protagonista, Regina King, el cuarto Emmy de su carrera. King recibió el galardón desde su casa con una camiseta en la que aparecía la imagen de Breonna Taylor, la joven afroamericana que en marzo murió tiroteada por policías siendo inocente.
El pueblito que paso desapercibido
La joven actriz Julia Garner, que también fue reconocida como mejor secundaria en 2019, se llevó el único premio de la edición que consiguió «Ozark», la gran perdedora de esta edición pues tenía 18 nominaciones.
Billy Crudup hizo lo propio con «The Morning Show» como mejor secundario, en donde competía con tres actores de Succession que podrían haberse repartido los votos.
La mejor sorpresa de la noche, el Emmy de Zendaya (Euphoria) como mejor actriz protagonista, convirtiéndose a sus 24 años en la actriz más joven en ganar a interpretación dramática.
La chica triunfó en una reñida competencia contra veteranas de la interpretación como Jennifer Aniston, Olivia Colman, Laura Linney, Sandra Oh y Jodie Comer, en una categoría en la que cualquiera merecía ganar.