«ElDorado» retoma la denuncia de «Fuocoammare» en la 68° Berlinale
Martha Escalona Zerpa
Especial desde Berlín para: Analítica.com
En el documental «ElDorado», incluido en la sección oficial de la Berlinale aunque fuera de competencia, el cineasta suizo Markus Imhoof cuestiona el sistema de la política europea sobre los refugiados políticos africanos o árabes que se lanzan al Mediterráneo en dirección a Europa, huyendo de guerras, hambre o persecución política. Sin tener nada que perder porque ya lo han perdido todo, arriesgan sus vidas, pudiendo morir ahogados durante la travesía debido a que los botes van repletos y muchos no saben nadar.
Basándose en su encuentro personal con la niña refugiada italiana Giovanna, adoptada por sus padres durante la Segunda Guerra Mundial, Markus Imhoof cuenta cómo los refugiados y los inmigrantes africanos son (mal-) tratados hoy por la política europea de puertas cerradas en el mar mediterráneo, en el país de acogida Italia y, en contadas excepciones, en Suiza, donde son internados en Bunkers.
Premiere of ‘Eldorado’ –
Thank you, Markus Imhoof, for creating this highly relevant documentary! #Berlinale pic.twitter.com/MfMvb4FHPH— Berlinale (@berlinale) February 22, 2018
Por segunda vez la Berlinale ofrece una plataforma para presentar esta temática que ocupa y divide a Europa. Dos años antes, en 2016, el director italiano Gianfranco Rosi. obtuvo el Oso de Oro de manos de Meryl Streep y Dieter Kosslick como mejor película por la desgarradora «Fuocoammare».
Como en «Fuocoammare» el documental «ElDorado», situa al espectador ante la tragedia diaria en aguas mediterráneas, convertidas en una inmensa tumba para miles de inmigrantes que mueren en el intento de alcanzar Europa.
Si no fuera por la intervención de la marina italiana con la acción de rescate «Mare Nostrum» serían aún muchos más los refugiados que morirían en el fondo del mar. Después del rescate son acogidos en enormes campos de refugiados con características de cárceles, donde esperan larguísimos meses hasta recibir respuesta a su solicitud de asilo. A esa situación más o menos organizada seguirá para muchos la búsqueda de trabajo ilegal, como mano de obra muy mal pagada en los cultivos de tomates que beneficia sobre todo a los patronos o las mafias intermediarias que los explotan y someten en un circulo vicioso.
Durante la conferencia de prensa Imhoof denunció: «Llevo casi cuarenta años abordando el drama de los desplazados y seguimos sin haber encontrado soluciones a la catástrofe humanitaria».
Y continúa: «Quise reflejar cómo funciona toda la maquinaria que envuelve la llegada de refugiados: desde las ONG que tratan de auxiliarlos a las mafias que les dan trabajo ilegal o los guetos donde quedan hacinados, si encuentran quién les emplee»,
«Ninguno de esos refugiados del Mediterráneo pueden alcanzar Europa por vías legales. Si sobreviven a la travesía, pueden pasarse entre 8 y 15 meses en campos de refugiados. Luego tienen por delante la explotación laboral o sexual, en el caso de las mujeres», recalcó el realizador.
Markus Imhoof participó en la Berlinale de 1981 con su película «Das Boot ist voll», con la cual ganó el Oso de Plata y una nominación al Oscar como mejor película extranjera. El título, literalmente «El bote está lleno», hace referencia a la restrictiva política seguida por Suiza en materia de asilos durante la Segunda Guerra Mundial.
