El terror está vivo en “Cuando acecha la maldad”
La película nos sumerge en la historia de Jaime y Pedro, dos hermanos que viven en una zona rural y descubren a un “embichado”, una persona presuntamente poseída por el mal
Cada género cinematográfico tiene sus reglas, códigos y complejidades, pero, tal vez, uno de las más difíciles de lograr con éxito sea el terror. Su fuerza radica en dar miedo, en tocar el inconsciente del espectador y presionar los botones de sus temores, sobre todo si son sobrenaturales, y allí entra la pregunta: como sociedad ¿nos queda algún miedo sobre natural?
Tal vez la solución sea tocar un temor infinito e inherente a cualquier ser humano, lo desconocido, lo repentino, cualquier cosa que nos pueda cambiar la vida totalmente y nos aleje de algún plan que podríamos haber tenido. Bajo esta premisa, lo demás son adornos en forma de vampiros, demonios, zombies, lobos, dementes o cualquier figura abstracta, como sea, estas presencias son solo una excusa para que entiendas que tu vida cambió y no será igual.
Demián Rugna es un director argentino que ha captado la atención de directores de la talla de Guillermo Del Toro y Steven Spielberg con su forma de contar historias aterradoras. Su obra “Aterrados” de 2018 lo puso en el plano internacional con tres historias unidas en torno a un vecindario con fenómenos paranormales en un logro magnífico del género.
En 2023, Rugna estrenó “Cuando acecha la maldad”, un film que luce de presupuesto modesto, pero que poco a poco, fue abriéndose paso en festivales y que recientemente ha llegado a Netflix para ponerse como una de las películas más vistas y reafirmar, que es la cinta argentina de terror con más audiencia en la historia.
Con aires costumbristas, “Cuando acecha la maldad” nos sumerge en la historia de Jaime y Pedro, dos hermanos que viven en una zona rural y descubren a un “embichado”, una persona presuntamente poseída por el mal, quien para ser salvado y evitar la propagación del mal, debe ser tratado con rituales específicos que prevengan el nacimiento de un ser demoníaco. El problema viene cuando los hermanos y un hacendado cometen un error que hace que los habitantes del pueblo empiecen a cometer actos abominables mientras sus animales también se vuelven salvajes.
Demián Rugna crea sus propias reglas dentro del llamado “cine de posesión” o “terror religioso”. Acá no hay referencias religiosas, el realizador se decanta por las creencias populares y con ellas, busca resolver el nudo de la historia que, si bien tiene sus lugares comunes, está contada de forma magnífica, inesperada, trepidante y con acciones que nos sorprenden para mantenernos al filo del asiento.
Quien escribe es fan del cine de terror y confiesa que solo con “El exorcista” ha sentido miedo, pero “Cuando acecha la maldad” se ha sumado a esa lista de películas que, considero, hay que ver con luz prendida, de día, con reservas de chocolate y seguirla de una comedia o dibujo animado que baje las tensiones del film.
Sin duda, Demián Rugna tiene los galones para poder decir que es uno de los grandes realizadores de terror del momento: narrativa, originalidad, sorpresa y capacidad de lograr que el espectador se sienta vinculado a la historia que, si bien nuestra razón nos dice que es ficción, en nuestro inconsciente hay una voz que nos mantiene alerta “Cuando acecha la maldad”.