El terror clásico y perturbador resurge en “La primera profecía”
La obra dirigida por Arkasha Stevenson parte de las bases cinematográficas y audiovisuales de los clásicos y firma con tinta propia esta película, que ha sido lo mejor del terror en lo que va de año
El terror es, probablemente, uno de los géneros más explotados en las artes; la necesidad de buscar emociones, de sentir la tensión muscular, el vacío en la boca del estómago y el sudor en las manos ha sido inherente en el ser humano que ha expresado sus miedos en pinturas, esculturas, historias, en la radio y en el cine, pero, el llamado “terror religioso” nos confronta con una posibilidad, el abandono de Dios ante el mal puro.
Ese “abandono”, como audiencia nos confronta con el temor más infantil, el de estar sin nuestros padres, nuestra protección, nuestro escudo invencible que ahuyenta todo mal y peligro y, por ende, es una fórmula perfecta para generar ideas que nos pongan al filo del asiento.
Durante los años 70 se dieron dos obras maestras de este sub género, “El exorcista” (la que aún nos aterroriza) y “La profecía” donde conocimos la historia de la familia Thorn cuyo hijo, Demian, era, nada más y nada menos, que el anticristo y, consciente de su poder, hacía todo para preservar su legado en una historia que se nos cuenta a lo largo de 3 películas sobre el joven Thorn, una “secuela” con una protagonista alternativa y un remake de 2006.
Casi 50 años después, surge “La primera profecía” para conocer el contexto del origen de Demian; sí, ya sabemos que es el hijo del diablo, pero no conocemos la conspiración que culminó con el nacimiento de este niño y eso es lo que se nos cuenta en la obra dirigida por Arkasha Stevenson quien, partiendo de las bases cinematográficas y audiovisuales de los clásicos, firma con tinta propia esta película que ha sido lo mejor del terror en lo que va de año.
La cinta nos lleva a Italia en los años 70 cuando los conflictos sociales y religiosos caldean el ambiente social y donde la novicia Margaret Daino, interpretada por Nell Tiger Free, llegará a un orfanato para trabajar y luego tomar los votos, pero de inmediato empieza a notar extrañas actitudes de la directiva del instituto hacia Carlita, una niña aislada y con supuestos padecimientos mentales pero que, en realidad, es el eje de un complot macabro.
Lo más destacable del film es la actuación de Nell Tiger Free quien hace despliegue de capacidades actorales con todo su cuerpo y como asume el rol con compromiso y acción pura. También hay que hacer mención a una magistral Sonia Braga quien, de sex symbol hace años, acá asume el rol de una religiosa estricta y macabra. Todo vinculado en una muy buena historia que acude a las imágenes perturbadoras para inquietar, generar la tensión necesaria y, por supuesto, hacernos dudar. Allí la misión está cumplida para la película.
Si tuviéramos que objetar algo de “La primera profecía”, sería el último acto que se nota un tanto débil ante las premisas planteadas durante todo el relato, pero que, sin embargo, no desmerece al producto total como una estupenda propuesta de terror religioso y que se asoma como el inicio de nuevos caminos para esta historia y, por supuesto, para Demian Thorn.