El arte de la polifonía en Nymphomaniac de Lars von Trier en la Berlinale 2014
La muy esperada función de Nymphomaniac (Volume 1) de Lars von Trier, en la versión no censurada con una duración de 145 minutos, es del todo excepcional. La hipersexualidad o adicción sexual de su protagonista Joe, quien se debate permanentemente en una disquisición moral sobre lo bueno y lo malo de su conducta, son el resultado de una búsqueda existencial angustiosa y poética.
Lamentablemente Lars von Trier y Charlotte Gainsbourg no vinieron a la conferencia de prensa. Pero sí Uma Thurman, Stellan Skarsgår y Stacy Martin. El actor Shia Lebouf aguantó los primeros minutos en la rueda de prensa, para después salir huyendo sin dar explicación alguna.
Nymphomaniac está construída en varios capítulos que se van entretejiendo tematicamente en un diálogo interminable entre Seligman (el actor Stellan Skarsgår, quién también ha actuado en otras películas de Trier: Melacholia y Dogville) y Joe (la actriz Charlotte Gainsbourg). La película comienza cuando en una noche de lluvia Seligman sale a comprar algo de comer y encuentra a Joe herida y tendida en un callejón. Inicialmente quiere llamar a una ambulancia y a la policía, pero ella se niega. Por eso decide llevársela a su casa para que se recupere. Con una piyama suya y reclinada en la cama comienza el noctámbulo diálogo acerca de su vida y de su historia de ninfómana. Desde que descubrió de niña su vulva, sus primeras experiencias de seducir sexualmente a hombres con su amiga de infancia y de la adolescencia hasta la edad madura. En el recuento de su pasado, a través de Flasbacks, la historia es corporalizada por la joven actriz Stacy Martin, quien hace las escenas sexuales más explicitas en la película.
Relevante en Nymphomaniac son los diálogos entre Seligman y Joe de profunda divagación filosófica y poética y estructurada en sus capítulos con comparaciones metafóricas. El primer capiítulo establece un simil entre el arte de la pesca (según él) y el arte de la seducción (según ella). El último capítulo compara la polifonía de Palestrina y Bach que consiste en tres voces que componen una pieza: bajo, armonía y el llamado Cantus Firmus y las tres tipologías de amantes fijos de Joe que corporalizan esas tres líneas musicales en su experiencia de la sexualidad compulsiva y, si se quiere, polifónica.
Memorable en Nymphomaniac son también las escenas entre su padre (el actor Christian Slater ) y ella, porque el padre aparte de ser médico, es su benevolente protector ante la madre estricta y fria, y un poético amante de la botánica, especialmente de los árboles (el árbol fresno es su favorito). Los paseos entre ella y él en invierno para sentir a los árboles desvestidos porque desnudos muestran su alma, son de particular belleza.
Otras secuencias extraordinarias, de carácter tragicómico, son aquellas entre la esposa abandonada (excelente Uma Thurman en ese rol) por el marido, que lleva a sus tres hijos a conocer a la amante (Joe) y al apartamento (también la cama) a donde el marido se ha ido a vivir (sin saber que Joe no lo quiere como le ha hecho creer poco antes).
En el fondo, lo único a lo que teme Joe es al amor, a enamorarse y pertenecer a esa clase de humanos que aman y sufren y terminan siendo parte del sistema de dependientes afectivos. Enamorarse de (el actor Shia Lebouf) es lo peor que puede pasarle, porque descubre que no puede sentir nada. Con esa certeza culmina el Volumen 1 de Nymphomaniac.
Durante la conferencia de prensa quedó abierto si el Volumen II de Nymphomaniac esperará la Berlinale 2015 o si, contrariamente, será mostrada en el Festival de Cannes el próximo otoño 2014. La productora Louise Vesth no quiso dar ninguna información al respecto.
Sea donde fuere presentada, no hay que perderse la continuación de Nymphomaniac. Sin duda es la mejor película de Lars von Trier. Por momentos nos hace evocar la trascendencia alegórica de un Terence Malick.
Página oficial del festival: www.berlinale.de