“Después de todo”: Yordano y su viaje musical de la fragilidad a la esperanza
“Después de todo”… una fe de vida. Seis años habían pasado desde la última producción musical de Yordano. Mucha agua ha corrido bajo ese puente desde entonces, pero en medio de la pandemia, el cantautor venezolano regresa con su disco número 13 debajo del brazo, dispuesto a transmutar la mala fama del número, para convertirlo más bien en un amuleto de lo posible y un canto a las nuevas oportunidades.
Tras superar graves problemas de salud, en los que no dejó de sentir el apoyo y cariño de público, el recordado cantautor asegura que se siente “como el boxeador que se perdió, se retiró, pero quiere seguir peleando”… ¡y vaya gancho el que trae!
No se atreve a decir que es el mejor de sus discos “pero sí es el más importante… porque logramos hacerlo realidad ‘Después de todo’ y a pesar de todos los obstáculos” -afirma el músico de origen italiano- “Es nuestra fe de vida y la certificación de que la música nos salva de todo”.
Desde su apartamento de Nueva York, ciudad en donde vive desde hace seis años, y en donde hoy se encuentra confinado por la pandemia que azota con especial rigor a la Gran Manzana, el músico de 68 años aprende a dar entrevistas vía Zoom, y a hacer promoción en tiempos de cuarentena.
“Con una pequeña ayuda de mis amigos”
Pero no estuvo solo. Para este nuevo disco Yordano contó con la colaboración de músico venezolano José Luis “Cheo” Pardo, exguitarrista de “Los Amigos Invisibles”, quien fungió como coproductor y arreglista, junto a quien estuvo trabajando durante cinco años para sacar adelante el disco.
“Estaba débil por un lado y muy vulnerable mentalmente (…) No tenía la energía, pero sí tenía las canciones y sí estaba componiendo”, contó el artista. Así que al principio Pardo asumió gran parte de la labor, y a medida que mejoraba “se fue equilibrando un poco más el peso”.
Pardo tiene su propio relato sobre el inicio de esta colaboración: “El pana estaba encerrado en un tratamiento. Lo invité a que viniera al estudio a grabar las canciones nuevas que estaba escribiendo para dispersarse, tipo relajado”.
“Yo estaba en el estudio, haciendo lo que más me gusta hacer, le di ‘REC’ (grabar) a la compu… Ese señor comenzó a cantar y se me empezaron a salir las lágrimas. Así sin más, caí en cuenta de que no era el vecino el que estaba en el estudio: era una leyenda”, contó el músico del afro en sus redes.
Explica Pardo que al principio grababa las canciones solo para que Yordano tuviera un registro de lo que escribía… hasta que tuvo un “momento Eureka”: “Agarré una de las canciones, le puse batería, bajo, teclados y cuando entró al estudio la siguiente sesión lo sorprendí con mi “gran arreglo de su hermosa canción”.
Su cara fue indescriptible, dice el exguitarrista. “Eso es como una changa, Cheo?”…Auch!! La conclusión fue: “muéstrasela a tu esposa, a tus hijas y el lunes vemos”.
Relata el guitarrista que “su vecino” volvió días después al estudio y le dijo: “Ok Cheo, si está bien chévere lo que hiciste, vamos a hacer un disco, estoy en tus manos con la música, pero… NO SE TE OCURRA cambiarme una coma de mis letras que ahí si me vas a ver arrecho”… y así fue como «todo» empezó.
El sonido del Caribe en Nueva York
En este disco Yordano asegura que muestra desnuda su esencia personal y musical con una explosión de estilos y colaboraciones de Pardo y compara la producción con «la lucha del Joker y Batman».
«Nos intercambiamos roles, nos desafiamos. Al final, la música es el resultado. Mucha gente va a decir cuando escucha algunas canciones que eso no suena a Yordano, pero es solo otra faceta musical», explicó el artista que desde 1982 ha alimentado las historias de amor de sus fans.
La influencia de Pardo puede sentirse en canciones como “Una vez más” y “Qué linda te ves”. También aparece en el video de “Después de todo”, protagonizado por Yordano y su esposa y manager, Yuri Bastidas; dirigido por Isaac Bencid y Mauricio Rodríguez, todos de nacionalidad venezolana.
Entre otros títulos, en el álbum están “Allá iré”, un tema con sabor a costa caribeña dedicada a la diáspora venezolana (“en este caso mi hija y mis nietas, directamente”, dijo Yordano); la bachata rockeada “Yo que te di”, y “Bailando en la jungla”, una fusión de rock con Caribe, blues y soul que calificó como una de sus más originales.
Yordano de puño y letra
Aunque puede que su nueva música cause sorpresa en algunos, las letras en este décimo octavo disco del cantautor es “Yordano puro”.
Por ejemplo, “Después de todo” es una canción de amor a su esposa Yuri, quien lo ha llevado a puerto a través de las aguas turbulentas que representaron su arduo tratamiento contra un cáncer de médula ósea que lo tuvo alejado de los escenarios.
En «Para que llorar» habla de su aprendizaje durante ese período, que incluyó además el asesinato en Caracas de su hermano Evio Di Marzo, mientras que el intro de «Qué linda te ves» es familia del de «Manantial de corazón» y así con las 13 canciones del álbum.
«Todas tienen un significado especial, incluyendo las que se quedaron afuera», indicó Yordano, quien señaló que tendría suficientes canciones extra como para hacer otro disco, aunque aprendió que es mala idea poner demasiados temas en un álbum.