Crítica de Joy: El nombre del éxito, por Jorge Roig Graterol
Ficha Técnica
Director: David O. Russell
País: Estados Unidos
Reparto: Jennifer Lawrence, Robert DeNiro, Bradley Cooper, Edgar Ramírez
Año: 2015
Sinopsis oficial
Película basada libremente en la vida y ascensión de la inventora y estrella de la teletienda Joy Mangano, quien en los años noventa se convirtió en un nuevo tipo de estrella de la televisión y en un emporio empresarial gracias a una serie de inventos domésticos, tales como el famoso Miracle Mop, un trapeador dotado de un sistema automático para escurrirlo, que catapultó el imperio comercial que esta madre soltera de Long Island había desarrollado.
Joy en inglés significa «alegría». Debo confesar que yo soy fiel creyente de que los títulos de las películas deben representar a la cinta, por eso fue casi inevitable sentirme un poco traicionado luego de ver la más reciente producción de David O. Russell, que lejos de hacernos sentir alegres, nos deja confundidos y hasta un poco indiferentes.
Con esta introducción no pretendo catalogar a Joy como una mala película, pero si la ponemos en comparación con la anterior filmografía de Russell claramente estará entre sus cintas más débiles e incompletas.
El problema principal de Joy es que pierde el naturalismo que caracteriza a este director y lo intercambia por situaciones forzadas y hasta muchas veces exageradas para intentar que el público cree cierta empatía con la caótica y trágica vida de la protagonista.
No hay un tono definido en el guión de esta película. Por momentos coquetea con la comedia negra, luego pasa drásticamente al melodrama y en algunos momentos hasta nos hace sentir que estamos viendo una de las telenovelas que suele mirar fielmente la madre de Joy, interpretada por una divertida y bien caracterizada Virginia Mardsen.
Jennifer Lawrence, como siempre, luce muy consistente y con la fuerza que la caracteriza, pero a pesar de sus esfuerzos resulta difícil creerse que en esta película debe interpretar a una mujer mucho mayor que su edad real y que, además, es madre de dos hijos y sustento económico de su familia. Para ser un poco más exactos, la popular J.Law nació en 1990. Ese mismo año la verdadera Joy Mangano inventó su popular trapeador, Miracle Mop, que la convirtió en la exitosa mujer que sigue siendo hoy en día.
Poco ayuda el departamento de maquillaje o caracterización para que esta joven actriz luzca los 34 años que aparentemente tenía Mangano en el momento de su invención.
Los personajes secundarios parecen haber sido escritos sólo para hacerle la vida más difícil a la heroína principal, especialmente los miembros de su familia y aunque Robert DeNiro, Isabella Rosellini y Elizabeth Rohm hacen trabajos dignos, muchas de sus situaciones parecen forzadas y sus diálogos diseñados milimétricamente para derribar el espíritu de Joy.
La comentada participación del venezolano Edgar Ramírez interpretando a Tony Miranne, el esposo de Joy, pasa un poco desapercibida porque la cinta no nos permite explorar en el matrimonio y muchos menos en su personaje que más allá de algunos diálogos jocosos que intercambia con DeNiro y un par de desacertadas canciones, no tiene momentos memorables.
Aunque hasta ahora he sido poco benevolente con la cinta y lo soy por que realmente admiro el trabajo de Russell, debo confesar que la cinta toma un ritmo positivo y más interesante una vez que aparece Bradley Cooper y se convierte en uno de los pocos aliados reales que tiene nuestra protagonista. Desde ese momento, el director nos permite explorar el fascinante mundo de las ventas por televisión y el propio éxito de Joy que automáticamente se convierte en un personaje más interesante cuando comienza a superar las adversidades.
El empaque que presenta Joy la hace lucir como una película inspiradora que nos dejará una gran sonrisa al salir de la sala, pero una vez que empiezas a inspeccionarla y detallarla, comienzas a verle las costuras y te deja una sensación de no haber visto lo que esperabas. Una sensación similar que la que obtienes cuando compras un productos por televisión.
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