Comienza el Festival, llegan los primeros invitados
Alemania, Theatre Titanick: Insect
(%=Image(6037061,»R»)%) Theatre Titanick viene con un montaje de calle titulado Insect (Insecto). Este trabajo de carácter “espectacular” es una metáfora del comportamiento social a través de la vida de los insectos, quienes se organizan alrededor de la figura de la reina.
De acuerdo con los miembros de la agrupación, el teatro de calle debe ser “espectacular”. Por ello, a la hora de plantearse un nuevo trabajo, decidieron contrastar el mundo microscópico de los insectos con la grandiosidad de la maquinaria utilizada.
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Este grupo, nacido en el año de 1990, surge como una iniciativa para impulsar los espectáculos de calle, donde los distintos elementos teatrales se conjugan para dar paso a un montaje creativo y particular. Baile, actuación, pirotecnia, tecnología, grandes maquinarias, todo, entran en juego para crear un lenguaje universal a través de una propuesta escénica. Una de los más grandes esfuerzos que han tenido que realizar es convencer a quienes los financian sobre la seriedad de un trabajo que, por sus grandes dimensiones, se toma por simple espectáculo. Sin embargo, una de las cosas que demuestra la fuerza de esta agrupación, es que diez años después de Titanick, la gente sigue formulando interpretaciones diferentes que ellos mismos no se han propuesto transmitir.
Así mismo, encuentran su motivación para este tipo de teatro en el hecho de que su lenguaje es capaz de trascender en todas las esferas sociales y llegar a lo que ellos mismos llaman, la “gente normal”, es decir, los sectores menos exquisitos del conjunto social y que tienen menor acceso a las tradicionales salas de teatro. Sin embargo, dentro de sus trabajos, cada historia envuelve otras tantas, y depende de la astucia del espectador, seguir creando nuevos significados.
España, Els Joglars: Daaalí
(%=Image(7486118,»R»)%) Por su parte, el grupo español Els Joglars, responsable de la inauguración del Festival, trae a las tablas la obra Daaalí, un montaje provocador inspirado en el pintor catalán, que echó mano de elementos surrealistas para desarrollar su propuesta. La obra combina los tradicionales elementos teatrales con la expresividad de los recursos multimedia. Es una creación colectiva, pero debidamente dirigida y ordenada para dar pie a un trabajo fecundo y coherente. El argumentos central parte, según lo expresaran los mismos actores, de una suerte de delirio onírico, agónico, desde el momento previo a la muerte de Dalí, hasta un retorno al niño eterno que siempre quiso mantener vivo.
Este montaje forma parte de una trilogía de personajes catalanes icónicos, donde Dalí cierra el ciclo como expresión de esa capacidad para la provocación. De este principio parte también la identidad y propuesta estética de la agrupación, en tanto que “creemos que la experiencia artística tiene que ser transgresora”. Han sido provocadores en distintos escenarios, tanto en lo político como en lo artístico, que se evidencia más en este último montaje que, siendo coherente con lo que Dalí postulaba sobre el arte contemporáneo, especialmente su desdén hacia el arte abstracto, ha herido la sensibilidad de más de un artista de esta tendencia en España.
Els Joglars inspira su estética también en los autores clásicos, como Moliere o el mismo Shakespeare. Ellos expresan: “hacemos el teatro más clásico que se puede hacer”.
La obra presenta en escena a sesenta artistas. Es sin duda un gran evento. Toca distintas dimensiones de la vida del surrealista Dalí, desde su relación con Gala, después de cuya muerte perdiera su brillo, hasta su relación con Buñuel, Lorca y, claro, Picasso.
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