“Código Negro”: Una hipodérmica de espías que nos cautiva
La cinta dirigida por Steven Soderbergh (“Traffic”, “Erin Brockovich”, “Sexo, mentiras y video, entre otros films”) se cuece a fuego lento. Es elegante, de temperamento flemático
-¿Qué harías por amor?
Esa pregunta ha sido el origen de canciones, poemas, novelas e incontables formas de arte que buscan darle forma a una pregunta que nos hace explorar los rincones del alma y del corazón. Vamos a replantearla.
-¿Qué harías por amor si hay una traición
“Código Negro” o “Black Bag”, nos presenta a George y Kathryn, un matrimonio de mediana edad sin hijos que ha encontrado balance entre la seductora y potente personalidad de ella y las obsesiones y traumas de él. Son una pareja aparentemente sólida que se ha vuelto la envidia de la agencia de inteligencia para protección cibernética en la que trabajan. El problema vendrá cuando uno de ellos sea acusado de traición y eso amenace la estabilidad de la unión.
La cinta dirigida por Steven Soderbergh (“Traffic”, “Erin Brocovich”, “Sexo, mentiras y video, entre otros films”) se cuece a fuego lento. Es elegante, de temperamento flemático; una obra con orgullo, que no busca apresurarse y presenta sus argumentos paso a paso para llevarnos de la mano en una producción que no se basa en la estridencia o en el efectismo, sino en lo íntimo, en hurgar el desequilibrio que puede producir la duda en una relación estable.
Hay que decir que “Código Negro” cautiva a pesar de su ritmo ajeno a lo que usualmente consumimos desde el cine comercial. Las actuaciones de Michael Fassbender como George y de la imponente Cate Blanchett hacen que la producción no nos suelte la mano y tienen en la acera de los posibles antagonistas a un excelente Pierce Brosnan y las increíbles actuaciones de Tom Burke y Marisa Abela.
La película no busca hacer que nuestro corazón lata rápidamente por obra de los cambios repentinos, sino que con la delicadeza de una hipodérmica se va metiendo en nuestra cabeza y nos ata al asiento mientras vamos desentrañando el misterio que rodea al matrimonio con un libreto que está lleno de toques de misterio, comedia y seducción.
Soderberth ha regresado por todo lo alto con esta opción para los amantes de la intriga y que disfrutan de las obras inteligentes que no necesitan la grandilocuencia para hacerse notar porque “Código negro” es buen cine hecho con médula, con pasión, desprendido de los convencionalismos actuales y nos regresa a lo básico, contar una buena historia y de buena forma.
