La genialidad interpretativa de Cate Blanchett se desborda en «Manifesto»
Martha Escalona Zerpa
Especial para Analítica.com desde Berlín
En el marco del actual derrotero de utopias y políticas de equidad, justicia social y hermandad la película experimental Manifiesto, del videoartista y director alemán Julian Rosefeldt, rescata del olvido algunos de los 13 más grandes, importantes, trascendentales y difundidos manifiestos políticos y culturales de finales del XIX y buena parte del siglo XX.
Entre ellos destacan el Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels de 1848, el primer Manifiesto Dadaista de Tristán Zara de 1918, el Manifiesto Futurista de Filippo Tomasso Marinetti de 1908, el Situacionismo de 1957, las quince Reglas de Oro de la realización cinematográfica de Jim Jarmusch de 2004 y el poema-statement de Sturtevant, figura del arte de la apropiación de 2004, entre otros.
Con Manifiesto Rosefeldt, conocido por sus instalaciones interactivas de gran formato, encuentra un camino para echar un vistazo al pasado no muy lejano y mostrar la falta de proyectos, la carencia de ideologías sobre un futuro mejor para el planeta global y la ausencia de posicionamientos culturales, artísticos o políticos que conduzcan a un cambio en la era de la globalización, la tecnocratización y el neoliberalismo. Por ello, muchos de los textos obtienen una mayor relevancia y significado en la actualidad.
Rosefeldt opinó en una de las muchas presentaciones de Manifiesto que «esos monólogos son inspiradores y visionarios, si bien a veces utópicos (…) Me enamoré de esos textos, están llenos de furia, ironía y de una cierta esperanza de cambiar el mundo».
La actriz australiana Cate Blanchett escenifica 13 manifiestos con una genialidad estupefaciente y en soliloquios reverberantes. Corporaliza con su magistral arte interpretativo a 12 personajes femeninos y a un personaje masculino (el vagabundo que abre y cierra la película) de distintas maneras y acentos: leyendo, orando, recitando, entrevistando, pensando y en escenarios distintos.
En la escena sobre el futurismo, Blanchett es una agente de valores; en la dedicada al surrealism es una fabricante de muñecos; para el pop art es una madre de familia conservadora; para el expresionismo abstracto es una alta ejecutiva en una fiesta privada, y para el arte conceptual es una conductora de un noticiero de televisión.
Produce un inmenso regocijo vivenciar cada una de sus interpretaciones en una película que dura tan solo 90 minutos y que fué filmada en tan doce dias en y en las afueras de Berlín en 2015.
Y así es Manifiesto un manifiesto de manifiestos a mediados de un siglo XXI en deriva y sobresaturado de Distopías, en un mundo inmerso de Maduristas, Trumpistas, Erdoganistas, Putinistas y Derechistas sin más doctrinas que el abuso de poder, el odio y boycott como intrumento de dominio, y sin declaración de principios. Es decir un mundo sin Manifestus.
Finalmente Manifiesto de Rosefeldt es una obra reinvidicadora hacia una política de cambio y de un arte critico y creativo a través del esplendido y seductor rostro de Cate Blanchett.
https://youtu.be/Bk1HosLWM0o