Cine

«Jezabel» una historia sobre el olvido y la maldad llega a las salas del cine venezolano

Una historia ambientada en lo que podría ser la Venezuela de 2033. Alain recuerda su pasado adolescente junto a Cacá, Loló y Eli, sus amantes. Un pasado lleno de sexo, mentiras y un crimen sin resolver. AG Films, bajo la dirección de Hernán Jabes y la producción de Adrián Geyer, presenta Jezabel, adaptación al cine de la novela negra original de Eduardo Sánchez Rugeles, un thriller que habla de una sociedad en decadencia y de una chispa de luz en medio de la oscuridad. Jezabel es una coproducción entre Venezuela y México.

Caracas, 2033. Alain Barral parece tener un trabajo estable y una vida cómoda. Sin embargo, su mente está anclada al pasado, en el que siempre están en primer plano sus tres amantes del colegio: Cacá, Loló y Eli. Con ellas tuvo rutinas sibaritas, llenas de excesos sexuales, de fiestas y sustancias ilícitas, en lo que parecía ser una vida sin rumbo, a pesar de las “buenas calificaciones”. Entre esos recuerdos, Alain no supera el de la muerte de Eli. Y en su presente nostálgico aparece Salvador Grasso, un periodista que remueve ese pasado y se propone esclarecer un asesinato, mientras se enamora de Alain, a la par que encuentra pistas reveladoras. 

La historia ya existía impresa, firmada por el celebrado autor venezolano Eduardo Sánchez Rugeles, premio Arturo Uslar Pietri 2010, y lleva el mismo nombre: Jezabel. Su versión cinematográfica está a cargo de Hernán Jabes (artífice de Piedra, papel o tijera, entre otros trabajos de renombre) y de Adrián Geyer como productor, para AG Films. El filme está protagonizado por Gabriel Agüero como Alain Barral, Eliane Chipia como Eliana Bloom, Shakti Maal como Carmen Casas, Johanna Juliethe como Lorena López y Erich Wildpret como Salvador Grasso. Actúan también Diana Volpe como Nina Mathinson, Armando Cabrera como el padre de Loló, y María Conchita Alonso como la madre de Alain. La dirección de fotografía es de Gerard Uzcátegui y la dirección de arte de Alfredo Correia, con música del maestro Tomás Barreiro y temas de la banda venezolana Famasloop. 

Una película que no te deja indiferente  

Jezabel, original de Sánchez Rugeles, pertenece a una serie de novela negra de la editorial Vértigo; de hecho, es el primer experimento del autor con el género. “Yo diría que ésta es una historia sobre la memoria y el olvido, sobre aquello que, por mecanismo de defensa, elegimos olvidar pero que no puede borrarse”, comenta el escritor. “Mi colaboración con Hernán Jabes, director del filme, fue fluida, espontánea y lúdica. Para concebir la historia, visualmente, hablamos mucho de ese futurismo decadente de una Venezuela de 2033, comentamos la oscuridad que requería el filme y su paleta de colores. Y allí todo el mérito sobre ese paisaje siniestro y ominoso es obra de Gerard Uzcátegui, nuestro director de fotografía. Hernán, sin duda, le dio las instrucciones, pero él hizo el trabajo”. Sobre esta versión cinematográfica de su obra Sánchez Rugeles opina que es una película que no deja a nadie indiferente. “En gran parte de los productos audiovisuales vemos personajes de luz, moralejas, sororidades, altruismo y reflexiones holísticas. Jezabel atenta contra ese discurso y, en ese sentido, corre un riesgo. Porque, ciertamente, puede gustarte o no, pero no te deja indiferente”

Sin moralismos ni censuras  

“Para mí Jezabel habla de impunidad, de poder y dominio, de engaño, de maldad”, comenta el director del filme Hernán Jabes. “Es una película que carece de moralismos y censuras, que levanta la alfombra que oculta el sucio y lo muestra, en un ejercicio que nos pone un espejo como sociedad”, prosigue el director. “Invita también a hacernos preguntas como: ¿qué tanto sé de mis hijos?, ¿cuánto tiempo estoy en contacto con ellos?, ¿qué sé de ellos? ¿Qué tanto me inmiscuyo con la sociedad en la que vivo? La película es incómoda, cruda, oscura y, en general, gusta mucho, pero también impacta mucho. Y, más allá de eso, genera debate, discusión y eso me encanta. Porque creo que es el resultado más perfecto que un cineasta puede esperar. Y todo ese contexto sombrío es embellecido magistralmente con la dirección de arte de Alfredo Correia.  

“El sexo en Jezabel es usado por Alain como un elemento de poder, y además representa el despertar sexual como un acto de rebeldía salvaje y lujuria. Creo que la película genera discusión en esta época de hipocresía social, hoy que estamos en la construcción de una nueva moral que todo lo ‘cancela’, donde todo es juzgable. Cuando estamos tan encandilados por la luz de una sociedad que te vende todo tan maravilloso, nada ilumina. En cambio, en una historia tan oscura como esta, una pequeña chispa ilumina todo»

Hablan los actores

“Cacá es insoportablemente adolescente. Odia todo, es despreocupada, divertida, malcriada, cree que es ‘súper cool’, le gusta llamar la atención, no le tiene miedo a nada, tiene siempre un comentario para todo y se cree la dueña del mundo. Lo primero que hice fue buscarles respuestas a todos sus porqués. Y la interrogante más grande siempre era: ¿de dónde viene toda su ‘maldad’? Por suerte, en la novela de Sánchez Rugeles hay muchas pistas. A mí, simplemente, me tocó recolectarlas todas para descubrir quién era Cacá realmente y por qué está tan molesta con el mundo (…) A simple vista pudieses decir que Jezabel es un thriller psicológico que narra el encubrimiento de un asesinato, pero, en el fondo, también habla de una juventud abandonada y dañada como resultado de un país que se vino abajo y que se llevó el futuro y las aspiraciones de muchos. Me encantaría que la película llegara, sobre todo, a la generación venezolana de la que se habla en ella”. Shakti Maal sobre su personaje Carmen Casas, alias “Cacá”

“Te odio Caracas es la frase que describe a Lorena López alias Loló. Ella vive desde un lugar marcado por el encierro, la decadencia de su núcleo, la dejadez de su padre y el abandono de su madre. Y forma parte de una generación que muchos describen como vacía, que lo único que ansiaba era huir de su país, sin una meta clara. En su caso, la manera que halló de escapar a esa realidad social y política, fue refugiarse en su grupo de panas: Cacá, Alain y Eli y cumplir sin chistar cada una de las atrocidades que ese grupete le exigía, para tratar de encajar en ‘algo’”. Johanna Juliethe sobre su personaje Lorena López, alias “Loló”

“Honestamente, para mí, no es fácil resumir a Salvador en un par de líneas. Pero si imaginamos, por un instante, que hacemos un ejercicio de perfiles, diría que representa ese momento en el que recordamos la responsabilidad de nuestras acciones y la herencia de sus consecuencias. Sin ser una expectativa, inclino mis pensamientos en consideración a la posibilidad de que Jezabel genere un espacio para el franco debate de los conflictos que moldean la sociedad actual, aunque aparenten ser sempiternos”

Erich Wildpret sobre su personaje Salvador Grasso

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