“Alien: Romulus”: Una nueva joya para la corona del terror espacial
La atmósfera opresiva de “Alien: Romulus” es, para quien escribe, uno de los mejores logros de la cinta. ¡Vaya que pega!, te lleva al filo del asiento, te corta la respiración, exclamas, te mantiene en tensión.
En 1979, Ridley Scott nos presentó a una de las criaturas más peligrosas de la ciencia ficción. Un organismo casi invencible, con un exoesqueleto muy fuerte, sangre ácida, resistencia a temperaturas extremas y, de paso, totalmente salvaje con una sola misión, matar. Así conocimos a los Xenomorfos.
Esta criatura se ha convertido en uno de los íconos de la cultura pop; ha visto peleas en distintos universos y espacios contra todo tipo de rivales, desde los conocidos “Depredadores” en el cine, y también en los comics donde ha enfrentado a Batman y hasta Superman.
¿Por qué la fascinación con este ser? Porque básicamente es invencible. Puede morir, pero al ser una especia parasitaria y de rápida multiplicación, nos indica que donde se ha visto uno, puede haber cien escondidos con su doble boca y dientes de metal acechando en las sombras. “Alien” es la encarnación del terror espacial y se ha sembrado en nuestras pesadillas como eso. El enemigo perfecto que, desde lo visual, tiene un elemento destacado, no tiene ojos visibles, no muestra emociones, es ausente de cualquier empatía, solo siente un deseo, cazar.
A partir de la cinta de 1979, protagonizada por la heroína espacial por excelencia, Sigourney Weaver, se hicieron tres películas adicionales en las que ella repitió su papel como la oficial Ellen Ripley. Aparte se hizo la producción de dos spin-offs titulados “Alien vs. Depredador” que mostraban la lucha de las dos especies en La Tierra.
“Alien: Romulus” se sitúa como secuela directa de la primera cinta y nos cuenta la historia de un grupo de mineros y agricultores que tratan de escapar de un planeta abordando un transporte abandonado donde hallan esta forma de vida dedicada enteramente a la destrucción.
A lo largo de toda la obra, se notan las referencias a la saga creada por Ridley Scott y el director Fede Álvarez logra una estupenda recreación, no solo de las criaturas, sino del ambiente tecnológico presentado por Scott en el 79, es decir, un contexto vintage tan bien diseñado que no parece descontinuado ni arcaico, ¡chapeau!, para el uruguayo por esta producción con tanto mimo.
Protagoniza Cailee Spaeny en una suerte de Ellen Ripley moderna que coincide tanto con el personaje de las otras cintas que hasta choca un poco, pero la chica logra guindar un buen rol y está acompañada por David Johnson quien interpreta a un androide cuyo rol será vital para la trama, pero su actuación podríamos decir que es una de las más interesantes que se han visto en las sagas de terror espacial.
La atmósfera opresiva de “Alien: Romulus” es uno de los mejores logros de la cinta. ¡Vaya que pega!, te lleva al filo del asiento, te corta la respiración, exclamas, te mantiene en tensión. Este punto compensa a un guion que, tal vez, se antoja un poco lento y que, si bien no juega en contra del producto final, es algo notable.
Sin duda, la obra de Fede Álvarez sirve para conectar algunos elementos del universo de “Alien” y hasta le lava un poco a la criticada “Prometheus”. Más que un spin-off, se labra su camino como una integrante de la saga con justo derecho y dándole a nuevas generaciones una mirada al pasado con puente también a un posible futuro de nuevas películas que nos hagan temer caminar en la sombra y sentir el aliento frío de un “Alien” en nuestra espalda.
LA ÑAPA:
Parpadea dos veces: Una maravilla de película dirigida por Zöe Kravitz donde una mujer se embarca en una escapada a una isla junto a un grupo de millonarios con los que pasa los días y las noches en una suerte de vacación perpetua, pero empezará a notar que algo terrible se esconde detrás de ese “paraíso”.
Excelente debut de Kravitz como coguionista y directora con Naomi Ackie y Channing Tatum en los roles protagonistas de esta historia que aborda distintos temas como el abuso de poder, el feminismo, la sororidad y el papel de los traumas en el desarrollo del individuo
Es un muy bien thriller de suspenso recomendado solo para público adulto gustoso de temáticas densas e impactantes.