Billo Frómeta: los 101 años de una leyenda musical
El 15 de noviembre de 1915 nacía en República Dominicana el niño Luis María Frómeta, que llegaría a ser conocido mundialmente como “Billo” y admirado por su talento como músico, compositor, arreglista y director de orquesta.
Tras hacerse un nombre en su natal Santo Domingo, llega a Caracas el 31 de diciembre de 1937 junto a su orquesta, para tocar en el Roof Garden, un prestigioso local nocturno ubicado en pleno centro de la ciudad, frente a la Plaza Bolívar. Luego son llamados para inaugurar Sans Souci, otro importante local de Caracas, para ese entonces la orquesta contaba con los cantantes Victor Pérez y Rafa Galindo, logrando imponerse en las preferencias de los venezolanos de aquel entonces.
Sin embargo, un giro en los acontecimientos hace tambalear los logros. En 1939 Billo se vio afectado por el la fiebre tifoidea, la cual le produjo serios problemas en las vías digestivas. Los médicos dijeron que era imposible salvarlo. La orquesta se disolvió. Afortunadamente el músico hizo quedar mal a los médicos y meses después, tras haber perdido el cabello, volvió a tomar la batuta y el saxofón.
Es a partir de los años 40´s cuando la orquesta, ya con el nombre de Billo´s Caracas Boys, comenzó a ser presentada por radio en transmisiones directas desde el Roof Garden
En los años 50 la orquesta Billo’s competía con los grandes de la canción popular Luis Alfonzo Larrain, Pedro J. Belisario, Chucho Sanoja, Rafel Minaya, la orquesta Aragón, La Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado entre otros.
Una anécdota curiosa nos cuenta que en 1956 Billo Frómeta fue a parar a la cárcel, acusado de bigamia por su primera esposa, que vivía en Ciudad Trujillo. Tuvo que pasar tres meses en el presidio antes de que se pudiera establecer que en verdad le había pedido el divorcio a su mujer en Venezuela.
Duro revés
En 1958, a la caída del gobierno del General Pérez Jiménez, Billo sufrió una serie de ataques, quizá desatados por la envidia ante los éxitos que cosechaba, teniendo que enfrentar demandas y hasta un veto por parte de la Asociación Musical de Distrito Federal y Estado Miranda, prohibiéndole actuar de por vida en Venezuela por haber sido contratado por funcionarios o simpatizantes del régimen del dictador.
El maestro Frómeta se va a Cuba donde realiza algunos trabajos musicales y graba con una orquesta integrada por músicos de la isla.
En mayo de 1960 regresa a Caracas y le es levantado el veto en una asamblea de la Asociación Musical convocada para tal fin. Allí contrata a nuevos cantantes, entre ellos José «Cheo» García y Felipe Pirela.
Inició entonces una larga transformación. El dominicano que impuso su merengue natal, el que estaba influenciado por orquestas cubanas y puertorriqueñas, comienza a fusionarla con la idiosincrasia criolla, y lo que resultó fue la música con la que se identificaron con fervor los caraqueños, y que persiste aún en muchas de las celebraciones en nuestro país. Billo dijo siempre que no sabía si los venezolanos lo habían enseñado a tocar a él, o él habia enseñado a a bailar a los venezolanos.
Récord Guiness
En una presentación de la Billo´s Caracas Boys, realizada en Santa Cruz de Tenerife en 1987 , la orquesta fue reconocida por el Libro Guinness de Récords, por haber presentado el concierto más grande al aire libre que se mantiene en la actualidad, a ese mismo concierto en la Plaza de España de Santa Cruz, acudieron 250.000 personas, bailando la misma canción, junto a la cantante Celia Cruz, en la única actuación que la cantante tuvo con esta agrupación
Inesperado desenlace
Una de sus más grandes ilusiones se iba a cumplir el día 28 de abril de 1988: dirigiría la Orquesta Sinfónica de Venezuela en el majestuoso Teatro Teresa Carreño, en el marco del homenaje que por sus cincuenta años de vida artística en Venezuela.
Pero un día antes, el 27 de abril de 1988, cuando termina el ensayo de la canción «Un Cubano En Caracas» sufre un derrame cerebral. La emoción que le produjo el momento, lo hizo desplomarse ante la mirada de los músicos que minutos antes lo aplaudieron de pie. El Maestro Billo muere una semana después, el 5 de mayo de 1988.
Su Legado
Con la muerte del Maestro Billo se cierra una página importante en la historia musical venezolana, por cuanto su orquesta animó el espíritu nacional y le enseñó a querer no solo a la música nativa, sino también el excepcional merengue de su tierra que llevaba en su sangre, en su oído musical y componía con extraordinaria facilidad cada una de sus canciones o piezas musicales que luego interpretaría con su famosa orquesta Billo’s Caracas Boys.
Billo descubrió un mundo musical que nos retrataba, y nos lo ofreció en la sencilla forma de la música bailable, dejando, durante más de cincuenta años, su marca en los recuerdos y las emociones de quienes asistieron a sus bailes, oyeron su música o la escuchan, aún hoy día, en cualquier fiesta sus inolvidables merengues.
Para contribuir con la nostalgia, les dejamos algunos de los temas que son parte de la banda sonora de todo venezolano:
https://youtu.be/UuYDRAoYylY
https://youtu.be/0RDAX1Wmlmc
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