Sobrevivientes de cáncer requerieren educación para recuperar sus vida
La mayoría de los pacientes que sobreviven al cáncer no se hacen responsables de su cuidado personal tras la enfermedad y carecen de conocimientos para saber qué hacer tras superarla, por lo que es necesario educarlos al respecto, explica Patricio González, quien superó una leucemia.
«La mayoría caen en depresión, porque tras el cáncer pierden el trabajo, ya no tienen el mismo estatus y tienen complicaciones para salir adelante y ser aceptados en una sociedad en la que ya son considerados diferentes», dice a Efe González, coordinador de grupos de pacientes de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC).
González señala también que pocos pacientes están conscientes de los derechos que tienen y tampoco se interesan en conocer lo que sigue después de la enfermedad.
«Hace falta empoderamiento. Entre el 40 y 60 % de los sobrevivientes se quedan en un estado de conformismo, no se interesan por buscar una mejora en políticas públicas, por ejemplo, en el empleo, muchos se quedan sin trabajar porque las empresas no nos contratan por considerarnos enfermos«, asegura.
En su caso, señala que debido al cáncer tuvo que dejar su trabajo como joyero, pues las sustancias químicas que ocupaba a diario le provocaron el cáncer.
«Perdí mi trabajo, tuve que depender económicamente de mi familia por cuatro años, pero cuando me recuperé aprendí cosas nuevas, me integré a grupos de apoyo, vivo de esto pero no me alcanza, así que también doy clases de yoga y hago un poco de joyería, tengo tres trabajos para solventar mi vida», apunta.
González asegura que hace falta que existan más organizaciones y personal capacitado para orientar a los sobrevivientes de cáncer.
«Muchos de ellos no se encuentran con las personas que los vayan guiando, que les hagan tener una mejor visión hacia la nueva vida que tienen que enfrentar», admite.
«No hay una cultura del autocuidado y mucho menos de prevención. Por eso en países que se conocen como de primer mundo, los pacientes no son detectados en etapas tan avanzadas, y ese es el problema en Latinoamérica», sentencia.
Es por ello que en la asociación de la que forma parte se han interesado por educar a los pacientes para que enfrenten de mejor manera su nueva condición.
«Queremos empoderarlos, porque creemos que eso es la clave. También que se hagan responsables de su propia salud, que cambien sus hábitos alimenticios, que coman verdura, fruta, todo aquello que les dará un beneficio para tener una mejor calidad de vida junto con su tratamiento», concluye.