¿Por qué no se deben aguantar las ganas de orinar?
Existen muchas situaciones en las cuales preferimos aguantar las ganas de orinar, porque no tenemos acceso a baños públicos o no están en condiciones adecuadas. En otras oportunidades el motivo es que pasamos muchas horas en el tráfico, se prolonga una reunión o simplemente no queremos interrumpir la sesión de trabajo.
Según el urólogo Ariel Kaufman aguantar las ganas de orinar es perjudicial y trae consecuencias graves, que pueden afectar el músculo de la vejiga.
Abstenerse de ir al baño durante muchas horas también aumenta la propensión a padecer infecciones bacterianas, que pueden extenderse a los riñones. Adicionalmente, en el listado de afecciones, como consecuencia de no orinar a tiempo, se cuenta la cistitis e inclusive dolor al orinar.
El especialista advierte que si una persona pasa un tiempo prolongado vaciando la orina, en cantidades superiores a los 500 o 600 mililitros, es signo de que algún daño le ha causado a la vejiga.
Por ello, es bueno conocer las medidas de salud que deben cumplirse para no afectar el aparato urinario:
1) Se recomienda orinar seis veces al día, distribuidos antes o después de cada comida, a mitad de mañana y a mitad de tarde y antes de acostarse.
2) Lo más saludable es orinar cada 3 horas para permitir que el músculo de la vejiga no se sobredistienda, es decir se dilate y se estire.
3) Pasar 6 o 7 horas sin vaciar la vejiga conlleva tanto al hombre como a la mujer a tener problemas en el futuro. Con los años la capacidad de la vejiga va disminuyendo y esa es una de las causas por las cuales las personas de la tercera edad van al baño con frecuencia, porque simplemente perdieron la capacidad de acomodación o distensión de la vejiga.
4) Hay que evitar consumir ciertos alimentos, pues bebidas como el café, té y refrescos hacen que el riñón produzca mayor cantidad de orina porque inhiben la hormona antidiurética. También estimulan la producción de orina el alcohol, jugos como el limón y arándanos. Adicionalmente, hay alimentos que actúan como diuréticos naturales como lo son el berro, melón, pepino y la zanahoria.