Niños y adultos pierden peso por falta de alimentos
No es por dieta para estar en la línea. Ni por una enfermedad como el cáncer la razón de la pérdida de peso. Ya se están reportando en la consulta médica casos de personas, adultos y niños, que han rebajado hasta 4 y 5 kilos de peso, a causa de la falta de alimentos y reducción en el número comidas diarias.
Al mismo tiempo, se están asistiendo a las consultas niños con retardo de crecimiento y mal nutrición, así como niños esqueléticos e hinchados, por deficiencia de proteína.
Esta es una de las muchas de las situaciones que se están reportando a raíz de la carencia de alimentos, según la directora Ejecutiva de Fundación Bengoa, Maritza Landaeta de Jiménez, quien afirma que en Venezuela se ha incrementado la «malnutrición, desnutrición y hambre oculta».
Cada vez se conocen casos más conmovedores de las secuelas que está dejando en la población la escasez de alimentos. Relata la de un niño que pidió a la maestra que escribiera una carta a su mamá, pidiéndole que le diera más comida porque todos los días queda con hambre. Según confesión del escolar, cada vez le daban menos comida.
Otra preocupación que revela la doctora Jiménez son las madres adolescentes que alimentan a los lactantes con agua de arroz, pasta e inclusive linaza. Hay algunas que no están amantando, «pero tampoco le dan leche de continuación, porque es sumamente cara».
Es una forma de maltrato infantil
Apela a dos maestros de la pediatría en nuestro país: Hernán Méndez Castellano decía que un niño sin comida era un niño maltratado. En tanto que Lya Imber de Coronil opinaba: «La protección al niño no es política ni es negocio. Siento miedo por los niños de los cerros».
En efecto, comenta Jiménez, los niños de Venezuela expuestos a esta crisis alimentaria también están siendo maltratados. La especialista, quien conoce muy de cerca la situación en comunidades pobres, donde Fundación Bengoa ha ido a impartir educación nutricional, asegura que cuando se restringe la cantidad de alimentos de calidad a los niños como son la leche, carne, pollo o pescado y se reduce la cantidad de carbohidratos o que las madres no amamanten a sus hijos, se está recurriendo a maltrato infantil.
En estos momentos, es común que los niños pasen hasta 7 meses sin probar la leche.
Los reportes que han recibido revelan que, tanto los hospitales como los centros de recuperación, están recibiendo cada vez más niños desnutridos que se parecen a los de Biafra, que se ponen esqueléticos «porque no reciben suficiente calorías y van consumiendo su grasa del cuerpo».
Asimismo, han aumentado los casos de infantes que a causa de deficiencia de nutrientes como la proteína en su dieta, sufren una enfermedad conocida Kwashiorkor, en la cual empiezan a hincharse. «Esto no se veía en Venezuela, y desde el año pasado, es asombrosa la cantidad de niños con ese problema».
Una sola comida al día es hambre
«Aunque en Venezuela no hay hambruna, significativamente no lo hay, pero hay zonas y grupos del país que están en situación de hambre . Cuando la gente te dice que hace una sola comida al día, eso es hambre».
Jiménez asegura que en Venezuela existe una situación de inseguridad alimentaria, porque hay disminución al acceso de los alimentos, no hay forma cómo comprarlos.
«Se está incrementando la malnutrición tanto por déficit como por exceso, porque los niños que vemos gorditos ‘lo que están es hinchados’ por el exceso de carbohidratos».
Asimismo, afirma que no hay disponibilidad de alimentos que sea regular, oportuna y de fácil acceso.
La doctora Jiménez, quien abordó el problema de la alimentación y nutrición en Venezuela durante el Congreso de Obesología que se realizó en Caracas, hizo un llamado de atención a los médicos y enfermeras para que contribuyan con la educación nutricional, «que sigue siendo un factor muy importante para luchar contra la desnutrición».
Desechos saludables
Ante esta carencia de alimento, una de las propuestas y alternativas son las arepas de tubérculos, como ñame, auyama y yuca, que pueden enriquecerse con las hojas de las zanahorias o espinacas, que son ricas en minerales. Con estas hojas también se pueden preparar sopas y cremas, que son muy nutritivas.
«Nosotros insistimos mucho en que la gente busque estas cosas que son complementarias. En los mercados se pueden conseguir alimentos que se pierden y muchas cosas que la FAO tiene para el uso integral del alimento para tratar de reducir el desperdicio y la contaminación».