¿Marihuana:sin riesgo?
Después del consumo de alcohol y el cigarrillo, el uso de la Marihuana es el más extendido en la sociedad. Con el tiempo su uso ha crecido y la tolerancia social al mismo también.
Un porcentaje importante de adultos la han usado alguna vez y muchos la consumen, y ven con tolerancia que los jóvenes lo hagan. Muchos adultos que no la han utilizado, igualmente toleran su uso.
Producto de esta tolerancia de los adultos y la tolerancia creciente entre los jóvenes su consumo ha crecido exponencialmente. Aunque en nuestro país no existen datos epidemiológicos oficiales ( en población juvenil) sobre su uso, calculamos por referencia de pacientes y usuarios que hoy día un porcentaje importante de jóvenes cercano al 50% la han probado alguna vez y muchos la consumen ocasionalmente o hacen uso regular de ella.
Los testimonios de jóvenes mismos nos hacen saber que la cultura juvenil supone que su uso es inocuo ya que se trata de una sustancia “natural” suponiendo por ello que no es dañina o que daña menos que las sustancias legales y permitidas. Ese mito ha permitido que su uso se extienda. Decimos que es un mito pues investigación científica reciente ha probado que su uso no es inocuo y comporta riesgos. El hecho de que sea “natural” ( pues proviene de un arbusto) no necesariamente la hace inocua. Prueba de ello es que el cigarrillo también proviene de una planta “natural”, no tiene procesamiento “químico” y es comprobado el riesgo que tiene de producir cáncer (cosa a la que no escapa el uso de Marihuana cuyo humo contiene también elementos tóxicos de riesgo cancerígeno cuando se fuma). Por supuesto que esto no niega que esta sustancia pueda tener beneficios terapéuticos como se está demostrando en algunos casos, pero que tenga uso médico no quiere decir que no comporte riesgo o que no pueda ser dañina como ocurre con muchas sustancias de uso médico que requieren control profesional por sus riesgos. Además el uso médico de una sustancia no significa que se debe ser permitido el uso recreativo o el abuso pues si no imaginen que pasaría si se permitiera el uso recreativo de Morfina que es una sustancia de uso médico pero de gran potencial adictivo.
Especial interés se está poniendo actualmente en la investigación de los efectos del consumo de Marihuana en el cerebro de jóvenes. Varias investigaciones sugieren que el uso de Marihuana por adolescentes produce riesgo de aparición de esquizofrenia en personas genéticamente vulnerables, alteración de neurotransmisores y cambios en la conformación de las neuronas que los predispone o sensibiliza al uso de otras sustancias más potentes como la cocaína o la heroína, predisposición a conductas de riesgo que ya de por si están aumentadas en la adolescencia, y aumento en el riesgo de desarrollar adicción a esta o a otras sustancias porque altera los sistemas de reforzamiento natural predisponiendo a la compulsión (repetición exagerada de conductas de consumo).
Estudios de seguimiento del consumo de Marihuana sugieren que el 10% de los usuarios de esta sustancia desarrolla una dependencia al consumo, más aun las variedades recientes que son mucho más potentes (por alto contenido de TetraHidro Cannabinoles que es su elemento activo) como el llamado “cripy”. El riesgo de adicción al consumo de esta sustancia por tanto queda demostrado y lo hemos visto muchas veces en nuestra práctica clínica, a pesar de que mucha gente piensa que no es así.
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