La resequedad vaginal, un secreto a voces
Sensación de quemazón en la zona genital, irritación, picores y, sobre todo, dolor al tener relaciones sexuales son los síntomas que más van unidos a la sequedad vaginal
Desde el estrés hasta la menopausia pueden ser causas
La sexualidad femenina es muy compleja y la resequedad vaginal o falta de lubricación es un problema con el que se topa la mujer a lo largo de su vida, bien sea como efecto secundario de anticonceptivos hormonales, estrés o el impacto de la menopausia.
Aunque se suele asociar sólo a la menopausia, la sequedad vaginal no es un problema exclusivo de esta etapa. Se calcula que más de la mitad de las mujeres que padecen este trastorno tienen menos de 50 años.
Sensación de quemazón en la zona genital, irritación, picores y, sobre todo, dolor al tener relaciones sexuales son los síntomas que más van unidos a la sequedad vaginal..
En algunos casos se vuelve un círculo vicioso cuando se asocia con dolor, al punto que de no tratarse a tiempo puede provocar una disminución del deseo sexual, porque ¿quién quiere hacerlo cuando duele? Hay solución y buscarla es importante para evitar complicaciones como un mayor riesgo de sufrir infecciones.
Nos explica la Dra. Carmen Mantellini, Ginecobstetra, “Afortunadamente la medicina sigue avanzando en el entendimiento de este problema, ya contamos con 4 tratamientos diferentes para atender esto y así poder dar calidad de vida a la mujer que lo padece.
Hablando sobre ellos:
Lubricantes: en su mayoría a base de agua y glycol, se utilizan durante las relaciones sexuales, disminuyen la fricción y el dolor.
Humectantes: a base de ácido hialurónico, aumentan la humedad en el tejido vaginal.
Estrógenos en crema o tabletas: Existen de mayor o menor potencia, estimulan la maduración de las células vaginales, favoreciendo el ph, la lubricación natural e incluso ayudan a prevenir y tratar las infecciones urinarias frecuentes de la menopausia
Andrógenos vaginales: mejoran la elasticidad y flexibilidad.
La elección de uno u otro, dependerá del síntoma predominante, muy importante debe descartarse y/o tratarse una infección ginecológica antes de iniciar cualquiera de estos tratamientos.