Gases lacrimógenos: Guía de supervivencia en manifestaciones
Los gases lacrimógenos, armas químicas no letales, han sido los recursos principales que han utilizado los agentes de seguridad como la Policía Nacional Bolivariana (PNB) o la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para disolver las diferentes protestas que han tomado las calles de Venezuela en la última semana.
Estas armas, que han sido utilizadas desde la Primera Guerra Mundial y que pueden estar en presentaciones de aerosol o en forma de granada, causan irritación en las fosas nasales y los ojos, secreción nasal y lagrimal, dificultad respiratoria, estornudos, tos, dolor ocular e incluso puede causar ceguera temporal. Los síntomas pueden ser intensos en mayor o menor medida, dependiendo del tipo de químico utilizado.
Son distintos los métodos a utilizar que ayudan a combatir los síntomas luego de aspirar el gas.
El neumonólogo Elio Maita explicó al diario El Nacional que el agua es un método infalible para contrarrestar el malestar: “Se puede usar mascarilla. Si no tiene, debe usar un trapo o pañuelo húmedo. Con el agua se reduce la porosidad en la tela y hay menos probabilidades de que el gas llegue a la nariz o la boca”.
El uso de vinagre o crema dental se ha popularizado en las manifestaciones para evitar ser afectados por el agente químico. Sin embargo, la alergóloga María Cristina Di Prisco dijo a El Nacional que su uso solo disminuye el olor, pero no son un filtro adecuado.
Los especialistas aseguran que hay que limitar en lo posible la cantidad de gas que se inhala. Además, aclaran que en el caso de personas alérgicas y adultos de la tercera edad aspirar el gas puede reactivar enfermedades o empeorarlas.
Otras medidas a tomar para la protección personal es el uso de mascarillas y protectores oculares. En el caso de exposición ante el gas, un remedio que se recomienda es la mezcla de agua con un antiácido, como el Maalox. Lo ideal es rociar el líquido en los ojos y la boca y tragar un poco.
¿Qué hacer ante un ataque con gas lacrimógeno?
Principalmente, lo correcto es estar preparando con los insumos anteriormente mencionados para evitar aspirar el gas lo menos posible.
En una guía realizada por Anonymous Iberoamérica, la primera reacción ante el disparo de bombas lacrimógenas debe ser mantener la calma. Es imprescindible no perder de vista el objeto o su estela y evitar el contacto físico con la granada.
Es posible también neutralizar el efecto de las bombas al cubrirlas con un paño grueso y húmedo, cubrirlas con tierra o sumergirlas en agua. Para estas acciones deben utilizarse guantes con el fin de evitar quemaduras.
La devolución de las bombas lacrimógenas se puede hacer con las manos o los pies. Sin embargo, esta medida no resulta una solución al problema, ya que el gas continúa esparciéndose.
De cualquier manera, dichas modalidades requieren de una rápida capacidad de reacción y plena consciencia de quien lo realiza.
La solución más efectiva es tratar de alejarse del lugar afectado y buscar aire fresco. En caso de encontrarse en un lugar cerrado, la persona no debe correr ni agitarse, ya que aumenta la actividad respiratoria, lo cual haría inhalar más gas.
Es conveniente relajar la actividad corporal, sentarse o acostarse en el suelo. De ser posible, enjuagar la boca con agua y limpiar las fosas nasales.
Según la guía anteriormente mencionada, no hay que mojarse el resto del rostro y menos los ojos, porque aumenta el efecto del gas.
Gas rojo o de otros colores
Los manifestantes que acudieron a marchar el pasado sábado en la avenida Libertador informaron que las fuerzas policiales utilizaron bombas lacrimógenas que esparcían humo color rojo.
El gas rojo se trata de un químico llamado cloruro de fenacilo, también llamado gas CN, y puede causar erupciones en la piel, daños en la córnea y asfixia pulmonar, mareos y vómitos.
Este tipo de gas también ha sido implicado como “promotor” del cáncer o «cocarcinógeno».
Sin embargo, Christian fuentes, experto en seguridad y riegos, explicó al portal web Efecto Cocuyo, que “los gases lacrimógenos no tienen ningún color. Los colores son usados para alterar psicológicamente a la gente. Cuando la gente ve el humo de color se asusta”.
Expertos aseguraron que se trataba de un gas lacrimógeno coloreado que tenía como fin estratégico intimidar visualmente, generar miedo e identificar a los manifestantes.
En las protestas opositoras del año 2014, los manifestantes denunciaron el uso de gases de color verde por parte de las fuerzas policiales.
Uso de gases lacrimógenos vencidos
Además de las denuncias por el uso de bombas lacrimógenas y gases de colores, los ciudadanos reportaron que la PNB y la GNB los bombardearon con lacrimógenos vencidos desde hace unos años. La misma situación ocurrió durante las protestas del 2014.
Las bombas fueron hechas en Brasil y tienen fecha de fabricación de octubre 2010 y fecha de caducidad de octubre 2015.
El uso de estos químicos pasada su fecha de caducidad aumenta la peligrosidad para la salud humana; incluso es una de las advertencias expuestas en los objetos.
Otros gases utilizados durante las manifestaciones, de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), no expone ni fecha de elaboración ni de caducidad.
Leyes venezolanas
Según el artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”.